La lección de Torreblanca

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24 feb 2018 / 22:37 h - Actualizado: 25 feb 2018 / 11:11 h.
"Cofradías","Desde la canastilla"

Grandeza. Solemnidad. Austeridad. Humildad y devoción, mucha devoción fue la que demostraron todos los vecinos de Torreblanca, uno de los barrios más desfavorecidos de Sevilla, ante el Señor del Cautivo de la hermandad de los Dolores.

Un día histórico para la hermandad así como para los cofrades y sevillanos. Un día marcado en el calendario de Cuaresma. Vecinos volcados con su hermandad, con el Señor Cautivo que el pasado lunes presidió el Viacrucis de las hermandades en la Catedral. El Señor no estuvo solo ni un momento. Desde su salida hasta su entrada fue acompañado por cientos de hermanos en el cortejo y otros cientos de devotos del barrio fueron tras Él.

En la periferia también se quiere al Señor. Inédita e inolvidable fue la estampa ante la casa de las Hermanas de la Cruz, donde muchos vecinos del barrio lloraban ante el Señor Cautivo. Esta es la importancia del Viacrucis, que este año ha sido un premio más que merecido a un barrio de gente honrada y trabajadora pese a los estigmas y críticas.

La elección para que el Cautivo de Torreblanca presidiera el Viacrucis por las calles de Sevilla ha sido todo un acierto. Nos han dado una auténtica lección de Fe, devoción y Esperanza. Porque las hermandades de los barrios más lejanos del centro también son importantes y puede que sean más ejemplo a seguir que otras más céntricas. Porque una hermandad de Vísperas también tiene derecho a presidir el Viacrucis del Consejo de Hermandades. Porque el Señor Cautivo de Torreblanca es la devoción de los vecinos del barrio y la hermandad de los Dolores de Torreblanca realiza una gran labor en el barrio.

Coincido con la opinión y comentarios que he leído estos días: Esta es «la verdadera esencia» de nuestra Semana Santa y «la auténtica devoción», cuando ves que los vecinos y trabajadores del barrio dejan sus negocios por la Fe. Lo mismo que puede ocurrir el Lunes Santo en el Tiro de Línea o el Martes Santo en El Cerro. Barrios que se vuelcan con sus hermandades. Esta es la Semana Santa en la que yo creo, y la que a mí me han enseñado: aquella en la que prima la fe, devoción, humildad y piedad.

Torreblanca nos ha recordado con la humildad que le caracteriza que la Fe y la devoción son de los barrios y devotos. Torreblanca nos ha cautivado con su Fe y piedad en el Viacrucis. Un Viacrucis que nos ha dado una auténtica lección a todos. El Viacrucis de la Fe.