El mundo que actualmente conocemos se está transformando a través de la tecnología a una velocidad vertiginosa, esto lejos de ser una frase sin más se sustenta en datos que nos hacen reflexionar sobre hacia donde irán dirigidas las profesiones del futuro y cuál será el papel de la mujer en el mismo. Lo que no deja ningún tipo de duda es que todas las decisiones e investigaciones decisivas para la humanidad saldrán del sector tecnológico y que las mujeres no pueden quedar atrás en este sector, porque ello significaría estar fuera del avance de la humanidad.
Si analizamos los datos actuales, nos encontramos con unas cifras que no nos permiten ser optimistas. Y es que, según distintos estudios presentados por la Dirección General de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, el pasado 13 de marzo de 2018 en el encuentro Womandigital, la presencia de las mujeres en el sector TIC andaluz es sólo del 26,14 por ciento. De las personas egresadas en 2016 en estudios Técnicos en Universidades Andaluzas sólo el 27,28 por ciento fueron mujeres, teniendo una tasa de paro del 16,42 por ciento frente al 11,68 por ciento de los hombres.
Según estos mismos estudios, las condiciones laborales de las mujeres en el sector TIC en Andalucía son peores que las de los hombres, con más contratos temporales, más contratos a tiempo parciales y mayor sobrecualificación. El empresariado en el sector andaluz está compuesto por el 79,77 por ciento de hombres frente al 20,23 por ciento de mujeres.
Pero si salimos de Andalucía y tomamos datos de España, la cosa es aún peor, sólo un 16 por ciento de mujeres trabajan en el sector de la Tecnología de Información y Comunicación, la brecha salarial en este sector está en el 22,4 por ciento y en los órganos de decisión de las empresas TIC sólo hay un 11 por ciento de mujeres. De cada mil licenciadas en España, 29 lo son en el sector y sólo cuatro trabajan en el mismo.
Con sólo estos datos podríamos concluir que, si no actuamos de forma inmediata, esta brecha digital entre hombres y mujeres tardaría más de cien años en salvarse.
Las mujeres representan el 55 por ciento de los estudiantes universitarios, en los estudios STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Y eso que según la Comisión Europea si hubiera más mujeres en las TIC, el PIB europeo aumentaría unos 16.000 millones de euros anuales, ya que las organizaciones que incluyen a las mujeres en su gestión logran mejores resultados.
Lo alarmante es que en 2020 habrá 500.000 puestos TIC sin cubrir en la Unión Europea. El 46 por ciento de los profesionales surgirán en los ámbitos STEM en los próximos años.
Desde UGT hemos querido saber cuál es la causa de que las mujeres no se sientan atraídas por los estudios STEM, ni por las profesiones asociadas a ellos y nos hemos encontrado con una amplia variedad de causas.
En primer lugar, los estereotipos y sesgos inconscientes. Desde la sociedad se tienden a pensar que la actividad científica es masculina y que es solo para mentes brillantes. En segundo lugar, hay falta de referentes y mentoras; los modelos femeninos en el entorno educativo, familiar, en los medios de comunicación, en el cine, etc... son muy escasos.
En tercer lugar, el sistema educativo no deja que las niñas se sientan atraídas por la tecnología. Hay estudios que demuestran que a partir de los 11-12 años, todos los estereotipos sociales han calado tanto en las niñas que ya no quieren dirigir sus estudios hacia el sector TIC. Sin embargo, en nuestro sistema educativo, la primera toma de contacto con la tecnología de forma obligatoria se produce en 2º de la ESO (13-14 años), y el temario en este curso está más orientado al dibujo técnico que a las nuevas tecnologías.
Y en cuarto lugar, entre las causas, se encuentra algo que persigue a las mujeres durante toda su vida adulta: la conciliación familiar. La todavía incipiente flexibilidad en los entornos laborales, la cultura empresarial masculinizada, la falta de corresponsabilidad en las tareas familiares hacen que las mujeres lo tengan mucho más difícil que los hombres para progresar en sus carreras profesionales, sobre todo en un sector en el que se suelen ver como conductas habituales, horarios de trabajo interminables y relaciones laborales fuera del horario laboral.
Desde el sindicato que dirijo en Sevilla somos amigos de hacer balances de la situación pero también lo somos de intentar poner soluciones a las mismas. Para UGT, la primera solución, y más importante, a priori es actuar con celeridad, si no revertimos la situación actual, las mujeres quedarán fuera de los cambios sociales más importantes que se produzcan, quedarán fuera de las tomas de decisiones importantes de hacia dónde dirigir los esfuerzos de la humanidad, quedarán fuera una vez más de los puestos de trabajo más cualificados y con mayores salarios y esto nos conduce inevitablemente a que la brecha salarial aumentará.
Desde UGT creemos que es fundamental para alejar el escenario arriba señalado, conectar a las niñas a las nuevas tecnologías y a la ciencia desde pequeñas, cuando aún los estereotipos sociales no han hecho mella en ellas y para ello sería muy interesante plantearse implantar materias de pensamiento computacional en Primaria. Desde los 7 años se puede empezar a introducir estas materias al alumnado de una forma práctica y divertida, en Estados Unidos y en la Unión Europea, desde hace unos años, hay una gran movilización por parte de los gobiernos y de instituciones privadas en este sentido. Para impulsar este tipo de iniciativas se necesita poner medios tecnológicos al alcance de los colegios además de ampliar la formación del profesorado actual.
Una de las principales soluciones pasa por sensibilizar y empoderar a las chicas que actualmente están cursando ESO y Bachillerato y que no se sienten atraídas a priori por las carreras tecnológicas mediante talleres y programas, es hacerles ver el lado humano de las ingenierías.
Y por supuesto sensibilizar al empresariado de que las empresas con mujeres en puestos de liderazgo obtienen un mayor rendimiento, según el estudio de McKinsey Women Matter que indica entre otras muchas cosas que los equipos de trabajo compuestos por todo varones toman decisiones empresariales acertadas un 58 por ciento de las veces, mientras que los equipos con diversidad de género lo hacen en un 73 por ciento de las ocasiones.
En este escenario que estamos dibujando nos parece fundamental el papel de las administraciones públicas, un papel que pasa por que hagan de aglutinador de esfuerzos.
Desde UGT entendemos que la corresponsabilidad de las obligaciones familiares es cosa de hombres y de mujeres y esta afirmación en la que creemos firmemente nos pone en el camino de trabajar por un futuro en igualdad de condiciones para ambos sexo, entendiendo que el futuro será feminista o no será y por ello entendemos que ese futuro debe comenzar por educar a nuestras niñas y niños en igualdad de oportunidades.