Podría entenderse que estábamos ante un muerto, bien enterrado y liquidado. Que todo había sido poco menos que un invento de la mente febril de un Juan Espadas proclive a estas ideas desde sus tiempos de consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio. Un objetivo que luego cobró más vida ya cuando fue alcalde, un momento inicial en el que se atrevió a reivindicar abiertamente la consecución de una gran Sevilla como una excelente oportunidad no sólo para la capital sino, también, para la veintena de municipios que constituyen el primer cinturón que la rodea. Aparte de su apelación, apenas nada más se supo de esta iniciativa que generó esperanzas y ciertas ilusiones. Se apuntaba, hacia un camino común para resolver problemas que afectaban a todos al tiempo que se dibujaban campos de actuación para captar proyectos inversores, ayudas, recursos, por tanto, con los que dar un impulso efectivo a esta aglomeración urbana carente, hasta ahora, de una visión integradora y efectiva.
Acogido con el lógico escepticismo que siempre generan los grandes anuncios, el paso del tiempo esquinó este concepto dada las angustias del día a día que atosigaban a nuestros ayuntamientos que tuvieron que emplearse a fondo en resolver sus problemas más urgentes por la falta de recursos a consecuencia de la crisis antes que ponerse, aunque sea para hablar, sobre la planificación del desarrollo futuro. Es por eso que la cita del pasado lunes en La Rinconada, a la que asistieron alcaldes, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, técnicos, directivos de grandes empresas municipales o metropolitanas y expertos como el arquitecto y urbanista, Manuel Ángel González Fustegueras, podría considerarse como un nuevo punto de partida en el que se recoge el testigo en favor de una figura supramunicipal que estaba necesitada de su reactivación más inmediata.
En esa jornada de trabajo, organizada por Radio Sevilla, quedó claro, entre otras cosas, que no estamos ante la reclamación de un nuevo ente, una estructura pública más, un chiringuito de los que tanto han pululado por ahí bajo el manto de la administración pública. Se trata , por contra, de fijar estrategias comunes, de crear agrupaciones de interés, como señalaba Espadas, para lograr fondos y ayudas en favor del desarrollo tecnológico y la innovación. En definitiva , fijar plataformas con las que sacar provecho a las oportunidades que se presentan en forma de recursos públicos, procedentes, por ejemplo, de Europa. Como señalaba el anfitrión, el alcalde rinconero, Francisco Javier Fernández, hay que actuar de inmediato puesto que son los propios vecinos quienes asumen en su vida cotidiana ese concepto de la Gran Sevilla. Residen en un municipio, se desplazan a otro próximo para trabajar o como usuario de determinados servicios públicos o para el disfrute y descanso. Por todo ello, estamos frente a una declaración que pretende ir más allá de una simple exposición de buenos propósitos para todos ya que de ser así estaríamos más cerca de la frustración colectiva que del cumplimiento de lo que debe asumirse como una obligación a satisfacer plenamente para aumentar la calidad de vida de algo más del millón de ciudadanos que viven en la zona.
De esta forma, el encuentro ha de interpretarse como una reactivación del proyecto de la Gran Sevilla que parecía dormido en el cajón del olvido a pesar de lo que decía el alcalde de la capital andaluza quien informó de la existencia de trabajos conjuntos que ya se vienen haciendo en este sentido desde hace algunos meses y cuyos resultados, desde luego, aún desconocemos. Además, la coyuntura es más propicia que nunca dado que coincide en el tiempo con el debate abierto por la propia Junta para definir las futuras bases de la planificación urbanística de nuestra comunidad.
Hay voluntad por parte de todos de caminar en esta línea y ni siquiera los diferentes colores políticos del actual mapa municipal pueden ser obstáculo alguno para dotarnos de instrumentos sencillos y ligeros en su aparato administrativo pero tremendamente resolutivos y útiles. Si esta cita ha servido para dar el impulso correspondiente queda claro que habrá que insistir en encuentros similares posteriores para ir concretando compromisos. Sevilla y su área metropolitana se lo merecen.