Viéndolas venir

La piara

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Álvaro Romero @aromerobernal1
22 jun 2019 / 10:23 h - Actualizado: 22 jun 2019 / 10:26 h.
"Viéndolas venir"
  • Los miembros de La Manada, rumbo a la cárcel de Sevilla.
    Los miembros de La Manada, rumbo a la cárcel de Sevilla.

Todo se había interpretado fatal. Claro que fue una violación y no una agresión ni un abuso ni otros conceptos mitigadores del hecho bárbaro sin medias tintas: cinco tíos contra una mujer a la que acorralan en un portal porque siempre es más fácil cometer las fechorías en un espacio reducido, controlando el terreno, a la víctima, la impunidad... Todo se había interpretado torpe, aviesamente, confundiendo a lobos con cerdos y llamando a las cosas con otro nombre, tal vez porque vivimos hace demasiado en una sociedad en la que triunfa el eufemismo, la perífrasis, el giro, el tapujo, la media verdad de lo que dicen los papeles, la ridiculez de entender la información como la suma de las perspectivas declaradas, de modo que si uno dice que llueve y otro que no, hemos empezado a convenir que lo más políticamente correcto será decir que llueve pero muy poco, en vez de abrir la puñetera ventana y comprobar si llueve o no llueve.

El caso ha tenido que llegar hasta el Supremo para que empiece a atisbarse lo que la sociedad lleva más de dos años clamando: que si a una mujer la intimidan en un portal no un hombre o dos, no; ni tres, tampoco; ni siquiera cuatro, que serían dos parejas, sino cinco tíos como cinco trinquetes, y la violan, la cuestión no es que ella dijera que no con la boca chica o grande, que ella explicara en perfecto castellano que no era esa su intención, sino que la situación ya era elocuente de por sí.

Que en este país haya jueces cuya incompetencia lingüística les impida alcanzar a comprender que 'NO' no es cuestión de palabras ni de letras ni de fonemas es para que nos hagamos mirar la importancia que le damos a nuestro idioma más allá del abecedario en los estudios de a quienes nuestras propias vidas les competen tanto.

Y claro, si hay gente con estudios que no ha asumido aún qué significa que un sustantivo sea individual o colectivo o que confunden unas animaladas con otras, está claro que estamos a merced de cobardes que, acosados por la presión de la opinión pública, son capaces de convertir vulgares piaras en legendarias manadas, del mismo modo que puedan querer entender este artículo como una marca de foie-gras.