La superstición

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09 may 2018 / 22:44 h - Actualizado: 09 may 2018 / 23:44 h.
"Artículos con alma"

Aunque parezca mentira y a pesar de que todos estamos rodeados e inmersos en la tecnología actual, y la usamos a diario, las supersticiones persisten. Para muchas personas las supersticiones antes eran una base firme al conocimiento histórico, al psicológico y a la actualidad social de una región, de una nación o de un pueblo. No olvidemos que las supersticiones son de donde los moralistas han sacado muchas de sus ideas adaptándolas a sus intereses y a su contexto social. Distintos autores coinciden en afirmar que la superstición nace de la ignorancia y de la indolencia que impide que la gente salga de ella por medio del conocimiento, del estudio y de la razón. Los supersticiosos prefieren explicaciones sobrenaturales, o cuasimágicas incluso aunque lo que piensan esté fuera de las leyes de la naturaleza. Aun hoy las supersticiones afectan a todas las clases sociales y edades, los no ilustrados o ignorantes suelen alimentarse de supersticiones aunque sean muy antiguas y no estén comprobadas. Para las personas cultas e ilustradas las supersticiones son cuestión de costumbres de cumplimiento no obligatorio. Los intelectuales son muy peligrosos por la soberbia de creerse en posesión del conocimiento y de la verdad, para las personas de campo sus conocimientos nacen de la experiencia, prever la lluvia por un campesino es ciencia empírica no superstición. La tecnología actual nos lleva a cambiar la magia por las bases de datos pero no por el conocimiento y la sabiduría, lo que nos pone con facilidad poder caer en manos de embaucadores y timadores. Usar internet sin que el que lo utiliza tenga conocimiento verdadero le hace presa fácil de los charlatanes actuales que inundan las redes sociales que se han convertido en una fuente fácil para sacar dinero aquellos que no tienen nada de calidad que ofrecer. Las supersticiones incluso entre la gente joven actual se alimenta de muchas falsas noticias ya que se alimenta de mucha información basura que no contrasta y, lo peor, que cree que es verdadera y actual.