La teta del amor

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25 feb 2017 / 19:47 h - Actualizado: 25 feb 2017 / 19:48 h.
"La trastienda hispalense"

Gracias a todos por vuestras felicitaciones llenas de cariño. Gracias a mi barrio de la Calzá por su amor incondicional... Calzada Julieta, en el convento de las Hermanitas de los Pobres, a la que rondo noche tras noche en una eterna serenata hispalense con versos de Tenorio enamorado de su casta y de su raza, porque en un blanco pañal, cual si fuera un costal de sencilla hermandad de martes santo, me trajo una cigüeña a una casa risueña, sencilla y halagüeña llena de encanto... Y mi madre me dio la teta del amor, Sevilla en una flor, mientras cantaba: ea la ea, que se duerma mi niño, bendito sea.

Y bendito, me dormí, sobre el regazo de una tierra de calles empedradas, casas de patio de vecinos, alegres corrales de gente sencilla, asilo de ancianos, campana en la torre de patrona Valvanera... Una histórica Calzada, arrabal de extramuros, de viñas, vaquerías y tricornios de civiles, donde aprendí que al otro lado del puente, siempre me esperaba la universalidad de la gran metrópolis hispalense.

Y en Sevilla tengo plantado un naranjo en las viejas juderías, tengo unas gafas del Pali, un canasto del Vicente y un cartucho de arropías, una reja en San Esteban, una pila en San Leandro, Gran Poder en San Lorenzo, en San Antonio, Silencio y Refugio en San Bernardo... Tengo un puesto en calle Feria de leyendas populares y de coplas legendarias, un Hércules de Alameda y un arco en la Macarena con indulgencia plenaria. Tengo una Salve en el puente de capilla y Altozano, y una fragua en el Zurraque donde se fragua el empaque de tarantos y gitanos; en Pureza, la Esperanza, entre Santiago y Santa Ana, sonajeros de cantares, un reloj por soleares y el buen son que hay en Triana.

Tengo una rima que danza entre aromas de alabanzas y arriates de ilusión, una rima de Giralda, de cielo y fascinación. Una rima de sonrojos, cuando te miro a los ojos, Sevilla, el universo en mis manos, una rima candorosa en noche facinerosa con besos de enamorados.

Enamorado de Sevilla, mi patria, donde, entre muchas cosas más, tengo hojas de azucenas de las cuatro centinelas que rodean a Santa Juana, un revuelo de volantes, un capote de Morante y a María Inmaculada.