La Tostá

Lala me ha robado el corazón

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
29 jul 2019 / 08:26 h - Actualizado: 29 jul 2019 / 08:28 h.
"La Tostá","Animales"
  • Lala me ha robado el corazón

Cuando llevé a Lala a casa, con solo dos meses, alguien me dijo que sería la señora, la reina, la jefa..., y así ha sido. Es una gatita preciosa, tricolor, que me tiene absolutamente enamorado. Ni imaginaba que se pudiera querer tanto a un animal que a veces te saca las uñas y te deja claro que te puede hacer daño. Hace unas noches le pisé el rabo sin querer y me hizo sangre de un mordisco en el dedo gordo del pie izquierdo. Es que le pisé el rabo, joder, y un pisotón mío no es moco de pavo. Creo que está preñada y que el parto va a ser algo inminente, así que ando ya preparándolo todo para que tenga a sus gatitos sin ningún tipo de riesgo. No la quise esterilizar porque, aunque sé que es lo más recomendable, quiero que haga una vida normal, de gata, en plena naturaleza. A veces se pierde en el pinar que está pegado a casa y regresa a los tres días, cansada y hambrienta. Descansa tres o cuatro días y se vuelve a marchar, quedándome siempre preocupado porque la puede matar un zorro o algún perro abandonado de los que andan por ese pinar. Viviendo donde vivo no puedo tenerla encerrada de día y de noche, porque los animales quieren libertad. Confío de verdad en su habilidad para esquivar los peligros y en que, llegado el caso, sepa defender su vida con uñas y dientes, como corresponde a un felino. ¿Qué haré ahora con los gatitos que vengan, que pueden ser de tres a seis, uno arriba o abajo. Desde luego, darlos a personas que quieran mucho a los animales, sobre todo a los gatos. Serán bonitos porque Lala es preciosa, aunque no sé nada del padre. Creo que la dejó preñada un gato rubio con muy mala cara, asilvestrado y con solo medio rabo. No me gusta para ella, pero ha sido su elección. Ni siquiera lo invitó a casa para que le conociera. Mejor así, porque, ¿qué se hace en estos casos si no te gusta el gato? ¡Cómo me va a gustar un gato tan feo que ha desvirgado a mi Lala, seguramente en la azotea de casa o encaramados a un árbol. Daré a todos los gatitos menos a uno, que se quedará en casa para que Lala tenga su propia familia. Será un macho y le pondré Surco, como mi perro pastor alemán, que murió hace ya muchos meses. Así que seremos cinco en casa: dos perritas, una gatita, un gatito y yo. Familia numerosa. Un hogar de amor y ternura.