Las siete plagas de Montoro

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07 may 2017 / 09:12 h - Actualizado: 07 may 2017 / 09:12 h.

Espectacular el subconsciente aparente de ministro Montoro en la presentación apocalíptica de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Milimétricamente preparado su argumentario, donde deja claro que no puede acariciar el séptimo cielo, dado que tienen que vender desde sus políticas sobre el modelo de Estado a una fuerza nacionalista, y según ellos separatista hasta ayer, y a su marca blanca, a la que ha tenido que regalar un trozo de electorado, firmando enmiendas en diferido, que atañen a su incumplible promesa de aparentar que el oro no reluce.

Y en ese paralelismo consciente, ha comparado las siete enmiendas a la totalidad de la oposición con las siete plagas de Egipto, que según el Libro del Éxodo, como bien sabe nuestro hacedor de calamidades, cuando los israelitas se hallaban esclavos en Egipto, Dios encomendó a Moisés la misión de liberarlos. Pero como el Faraón se negaba tenazmente a dejarlos partir, Moisés desencadenó una serie de siete feroces y devastadoras plagas sobre el país. Semejantes desdichas terminaron doblegando al Faraón, que finalmente dejó salir a los hebreos.

Tal como aparece en la Biblia, hasta principios del siglo XX el episodio de las plagas era considerado un hecho histórico. Hoy, en los albores del siglo de las tinieblas para los niños, los jóvenes, las mujeres, los mayores y el pueblo que sufrirá estos presupuestos, sabe que la historia se puede repetir con un esmerado maquillado de roles, si de nuevo se deja campear a sus anchas a tanto gato pardo, cuyos pasos perdidos, certifican una década que ha podido ser prodigiosa y es ya una década perdida. Y esto es sencillamente imperdonable.

Hasta hoy los recortes eran una cuestión de emergencia política, para cumplir el déficit con la madre Europa. Tras los PGE17, esta filosofía queda institucionalizada en el ADN de este gobierno, capitalizando la crisis y colonizándonos un modelo profundamente desigual, que intenta devorar amablemente las entrañas de los adversarios. Su aprobación augura un calvario dicen... los sindicatos. Los ajustes que nos tienen reservados, emplazan a decir no, en todas las modalidades democráticas. ~