Le pregunto a los hombres

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08 jul 2018 / 23:30 h - Actualizado: 08 jul 2018 / 23:30 h.

Estrangulada, degollada, acuchillada, se escribe en femenino y no es casualidad. El modo del asesinato se escribe en femenino porque las asesinadas son mujeres que vienen a engrosar una larga lista que debe avergonzarnos como sociedad. Debe quedar claro que ninguna mujer se enamora de un asesino, que la bestia que la mata se oculta bajo la fachada de lo cotidiano, de lo normal, ninguna mujer asesinada si conociera su trágico final aguantaría la espera ante su asesino. Eso no funciona así y por eso es la víctima de lo terrible. No sé qué pensáis, pero ser mujer no puede ser condición de riesgo de muerte, no puede ser una lotería o la incertidumbre de su acto de amor.

Le pregunto a los hombres, ¿te imaginas enamorarte de alguien a quién tanto querías y que un día cambia su tono amable y enamoradizo por una actitud violenta incluso asesina hacia ti?, ¿te imaginas enamorarte de alguien a quien su tono de voz te crea un escalofrío por lo que pueda ocurrir a puerta cerrada?, ¿te imaginas noticias todos los días de hombres asesinados a manos de sus parejas?... le pregunto a los hombres.

Y le pregunto a los hombres porque me llama la atención comprobar cómo muchos hombres se colocan de perfil ante el problema, cómo sus ojos son incapaces de ver lo que es una evidencia social y una lacra para mujeres. Le pregunto a los hombres por qué nos encargamos de hacerle fácil a los canallas lo que debiera ser imposible y les pregunto si son conscientes que con su actitud ellos forman parte de esa canalla que asesina a mujeres, que son la raíz de un árbol que alimenta la fruta podrida.