Lecciones escolares sobre un golpe de libro

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
07 sep 2017 / 22:54 h - Actualizado: 08 sep 2017 / 09:28 h.
"Pasa la vida"

La mochila del nuevo curso escolar incorpora material extra. El golpe de Estado que se perpetra en Barcelona contra la democracia española. La mayor involución desde 1981 en nuestro devenir como sociedad. El intento de retrotraernos a un modelo de país autodestructivo e inquisitorial, henchido de cainismo y refractario del espíritu ilustrado. Anda despistado quien aún considera que el órdago secesionista es solo una cuestión catalana. En cuanto los radicales de la CUP encarnen en las calles de algunas ciudades las primeras páginas del siguiente capítulo de este golpe de libro, que se ha redactado a lo largo de dos años, al común de los españoles se le caerá la venda de los ojos. Comprenderá, más vale tarde que nunca, cuánto nos jugamos desde que están jugando con la ruptura a todas horas.

Cada claustro docente, ya sea en Zaragoza, en Lebrija o en Oviedo, ha de sopesar de qué manera integrará en su dinámica pedagógica lo más relevante de la cadena de hechos graves y concatenados entre septiembre y octubre. Lo peor está por llegar. Son Episodios Nacionales en vivo y en directo. Pueden hacer ver cómo se manipula en el debate político la Ética, el Lenguaje, la Historia, la Economía, las Matemáticas, el Conocimiento del Medio,... Y cuánto necesitamos Educación para la Ciudadanía con el fin de regenerar desde el europeísmo la inercia de esta España política tan desprestigiada y tan propensa al goyesco duelo a garrotazos.

Absténganse de escurrir el bulto diciendo que eso no toca, que no está en los libros de texto ni en el currículo oficial. El secesionismo catalán de nuevo cuño se ha labrado durante treinta años en las aulas mucho más que en las tertulias. Con las pizarras de tiza y con las digitales. Inculcando desde la infancia una educación tóxica, forjando una identidad catalana que extirpa su ser español, salvo para endosarle todas las culpas. Importa, y mucho, hablar en los centros educativos de toda España sobre las consecuencias que tiene para cualquier sociedad el uso sistemático de la enseñanza como adoctrinamiento. Recuerden lo que supuso para varias generaciones la franquista formación en el espíritu nacional, y piensen cuánto se parecen los jóvenes fachas de entonces a los jóvenes cachorros del independentismo catalán. Odian más a España cuando es más plural, más europea y más descentralizada.

Si no se practica más y mejor en las aulas de toda España, con perspectiva de era global, el culto al conocimiento reflexivo, a la contraposición de pareceres y al entendimiento de que nadie está por encima de la ley ni por debajo de una bandera, entonces los alumnos solo se orientan a través de las adictivas redes sociales sobre su historia más contemporánea, y el resultado es ser corifeos de la posverdad, crédulos de las manipulaciones, fans de los desahogos. La propaganda y la insidia alcanzan muchos más seguidores que los análisis y las desmitificaciones.

Matrícula de honor para los maestros y profesores con puesto de trabajo en colegios, institutos y universidades en Cataluña, que se atrevan a argumentar cómo Forcadell & Cía no son víctimas de una opresión sino verdugos de la democracia y enemigos de la inteligencia.