Lesión cerebral por antonomasia

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22 ene 2018 / 20:05 h - Actualizado: 22 ene 2018 / 20:05 h.
"Hispalíneas"

Eso a lo que llamamos (o llamábamos) literatura se configuró en gran medida gracias a los tropos, a figuras como la metáfora, la hipérbole, la metonimia, la sinécdoque, la antonomasia... con las que se designaba unas cosas con nombre, aspecto o partes de otras usándolas con ironía, énfasis... o antonomasia. A la literatura y a la razón las están matando entre lo que hemos dado en llamar –ni sé si metafórica o metonímicamente– corrección política y un reblandecimiento de las membranas cerebrales cuya gravedad aún no ha encontrado nombre. De la cruda realidad de todo eso tenemos pruebas a diario y una de ellas está en lo que se ha producido en una campaña contra el acoso verbal y táctil de los hombres a las mujeres.

Resulta que para hacer comprensible el mensaje, sus creadores recurrieron a un gallo, un cerdo, un buitre, un pulpo, un gorrión... y algún otro de los que han sido, desde tiempo inmemorial, usados como sinécdoques, metonimias o metáforas de visiones o sentimientos que, en realidad, nada tenían que ver con ellos. Bueno, pues han llovido críticas. Pero no porque esos símbolos no tuvieran fuerza o porque, incluso, pudieran herir a las propias mujeres sino porque, según determinados grupos animalistas, herían o menospreciaban a animales, por lo visto, con capacidad intelectual para captar los tropos o figuras con los que los humanos jugamos literariamente con ellos y también la ironía o el énfasis con los que se hace.

Por este camino las membranas cerebrales de los humanos pueden ser membranas reblandecidas por antonomasia.