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¿Lo hacemos?

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10 feb 2017 / 22:30 h - Actualizado: 10 feb 2017 / 21:51 h.
"Cofradías","Pareja de escoltas"

Nada objetaré sobre el procedimiento seguido para la conclusión de la Basílica del Gran Poder, la calidad de los proyectos o la cualificación de quienes han dictaminado. Además, y como muestra de su bien hacer, agradezco la presentación pública, sabedores los responsables del proceso de que cuanto atañe al Señor afecta no solo a sus hermanos, sino a miles de devotos. Sin embargo, la polémica está servida. Y veremos por cuánto tiempo. En realidad, desde el punto de vista artístico, se ha venido a reproducir en el ámbito local el eterno debate entre antiguos y modernos, entre quienes defienden la innovación (hagamos arquitectura de hoy para el futuro) y quienes prefieren lo agradable frente a lo sublime —en sentido estético, claro— (esto es, inclinarse por lo placentero frente a lo que arrebata). Para complicar aún más las cosas, está el hecho de que lo que se trata de realzar (¡si eso fuera posible!) es el eje sobre el que todo gira: la talla de Jesús del Gran Poder, que por su propio origen barroco ya condiciona el conjunto (y en lo devocional no todo puede resultar un acierto). De otro lado, si se desfigura la conceptualización actual del templo, habría que saber hasta qué punto se estaría conculcando —aunque legalmente se permita— la intención con la que Delgado Roig y Balbontín lo diseñaron y, al mismo tiempo, la de aquellos hermanos que hace apenas cincuenta años concibieron así esta casa para el Señor. Continuará (sin duda).