Lógica y ética de la agonía

Image
28 may 2018 / 21:09 h - Actualizado: 28 may 2018 / 21:11 h.
"Hispalíneas"

Es lógico que alguien que se está ahogando no tenga la cabeza en su sitio y, en esa situación extrema, comience a decir incoherencias. Eso es, precisamente, lo que define al llamamiento de la dirección nacional del PP a los dirigentes regionales del PSOE –los barones– para que impidieran a Pedro Sánchez recibir votos independentistas en la moción de censura al gobierno que ha presentado. (En realidad el disparate pronunciado entre estertores es del mismo jaez que el delirio de Torra exigiendo que, para recibir el apoyo de los suyos, los socialistas deban, ni más ni menos, que reconocer el derecho de Cataluña a la autodeterminación).

Eso, en gente a la que, como he dicho, se le están llenando de agua los pulmones, es lógico que se les ocurra. Ya no tanto que, desde la orilla, haya quien no sólo haga caso a esos gritos sino que se apreste a socorrer a los que los dan, intentando convertirlos en argumentos incontrovertibles para demostrar que Rajoy debe quedarse porque, en definitiva, entre dos males hay que optar por el menor y, después de todo, la corrupción desbordante y desbordada tiene poca importancia comparada con los intentos secesionistas. Esa lógica es también una lógica ilógica, tanto como la de que nadie en el PP y otras instancias de la derecha, apenas conocida la sentencia del caso Gürtel, le dijera públicamente al presidente del gobierno que no le quedaba otra salida que la dimisión abriendo así la posibilidad de regeneración del máximo órgano ejecutivo del Estado. Al final no sabemos si agoniza el PP o la Ética.