Cuando el próximo martes Santo a las 16.30 horas cruja el imponente portalón de madera del Rectorado de la Universidad de Sevilla será para abrirse y que la Hermandad de los Estudiantes cumpla medio siglo procesionando desde allí, para que la Virgen de la Angustia y el Cristo de la Buena Muerte salgan a Sevilla y le den al mundo una nueva muestra de fe, de compostura y de saber estar.
Fue un 26 noviembre de 1966 –éste que os escribe tenía por entonces 15 días de vida– cuando los hermanos procedían a trasladar a los Titulares desde la Iglesia de la Anunciación hasta el Rectorado de la calle San Fernando.
Desde entonces esta Hermandad no ha parado de acoger adeptos y hermanos hasta el punto de ser referente en el mundo cofrade sevillano. Su estampa, sus universitarios, sus penitentes, y cruces, sus monaguillos, la hacen diferente en el andar cofrade de Sevilla. Ver las imágenes –desde hace 50 años– de Juan de Mesa y Juan de Astorga en esa espectacular fachada de Cayetano Acosta con la figura de la Fama en su cima, la hacen de una belleza sinigual que –para los creyentes– nos sobrecoge aún más si cabe. Es un orgullo cumplir 50 años de hermano coincidiendo con los 50 años del traslado al Rectorado; pero también me llena de satisfacción ver como una Hermandad con tantos años de historia sabe evolucionar con los nuevos tiempos, sabe mirar al siglo XXI con respeto y con descaro al mismo tiempo, y ello se debe a la magnífica labor de la nueva Junta en todos los órdenes sin excepción, y uno de ellos es la información y comunicación con los hermanos.
Buena estación a todos los cofrades. Buena Semana Santa, y mientras tanto, ¡sé feliz!