Los directores de los centros del Instituto Cervantes en todo el mundo se reunieron en julio último en Málaga bajo la presidencia de la reina y con la participación de la presidenta de la Junta de Andalucía que les dió la bienvenida a nuestra tierra. Este encuentro sirvió para hacer balance de un trabajo que tiene mucho que ver con la buena imagen de España y su marca en el extranjero y con el interés por conocernos que muestran cada años los millones de turistas que nos visitan.
Marruecos es el país con más centros abiertos del Instituto Cervantes. Esta tarde se celebra en la sede tangerina del Instituto Cervantes una mesa redonda sobre las relaciones transfronterizas entre el Algarve, Andalucía y la región de Tánger-Tetuán y en octubre todos los centros albergarán el festival Flamenco Maroc, dos muestras de promoción andaluza en nuestro vecino del Sur.
Una de las iniciativas más proactivas es la del Instituto Cervantes en Rabat con este video https://www.facebook.com/InstitutoCervantesRabat/videos/701004013428066/ en el que adolescentes y jóvenes marroquíes invitan a aprender español, la segunda lengua más hablada en el planeta y la que más les gusta.
El esfuerzo por tender puentes, por el intercambio cultural, por la comprensión entre los pueblos, por la paz, en definitiva, se traduce en decenas de actividades mensuales que alcanzan a miles de personas en las que se enciende una llama de cariño y afecto para España y sus habitantes más próximos: los andaluces. Tenemos que acostumbrarnos en Andalucía a mirar más al Sur y a compartir las buenas noticias de nuestras embajadas culturales.
Ampliar la red Cervantes en los países de la otra orilla del Mediterráneo es una de las mejores inversiones que pueden hacerse para forjar la tan denostada, pero necesaria, alianza de civilizaciones que, en la actual coyuntura de recelos inventados, integrismos desatados y odios jaleados, es la mejor herramienta para sentirnos amigos de todas y de todos.