Los nuevos inquisidores

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09 feb 2016 / 11:08 h - Actualizado: 09 feb 2016 / 11:08 h.
"El Baradero"

Llegaron de la mano de las nuevas tecnologías como la solución de la incomunicación universal. Entraron casi sin llamar porque todos le abrimos nuestras vidas y nuestros pensamientos de par en par. Nos pidieron toda la información que, hasta su llegada, guardábamos con celo en lo más profundo de nuestra intimidad. Fechas de nacimiento, estado civil, nivel de estudios, profesión, empresas en las que trabajamos, aficiones, familiares, y muchas otras preguntas que jamás hubiéramos revelado a nadie con tanta facilidad, pero lo hicimos sin oponer la más mínima resistencia y sin percatarnos de que toda esa información iba a a servir para fichar nuestras vidas para siempre. Digamos que nos entregamos a la causa sin condiciones. Colocamos nuestras fotos familiares, nuestro día a día, nuestras tristezas y alegrías, nuestros momentos más simples, incluso a nuestros animalitos de compañía, en definitiva dimos todas las pistas de nuestras vidas y abrimos el escaparate de nuestras pequeñas vanidades para mostrarnos a los demás sin valorar cuál era el precio que íbamos a pagar por ello. Pasado el tiempo, la realidad nos ha ido mostrando la verdadera cara del invento. Las redes sociales se han convertido en un gran refugio de todo tipo de desaprensivos sociales y morales, en la guarida de quienes utilizan toda esa información con las más abyectas ideas. Pero hay algo más grave, también se han convertido en un gran cadalso donde cada segundo se condena sin piedad y sin juicio previo a todos aquellos que no coinciden con nuestra ideología y no son de nuestro agrado. Da igual que la noticia sea inventada o real. Da igual que no tengamos datos suficientes. De pronto nos convertimos en la inquisición más intolerante y cruel. Personajes de todo cuño son vapuleados y linchados a diario sin piedad por las hordas de usuarios de Facebook y Twitter espoleados por el famoso «Arden las redes», redes refugio de maldades, rencores y odios reprimidos