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Los pijos catalanes y la revolución

Damas y caballeros, en España existen las cárceles y esto ha sido la gota que ha colmado el vaso para los independentistas catalanes. Hay más. Por lo que parece, un guardia civil hizo sonar el himno de España en el móvil

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08 dic 2017 / 22:01 h - Actualizado: 08 dic 2017 / 22:28 h.
  • Los pijos catalanes y la revolución

Desde luego, la falta de humanidad de las autoridades españolas no parece tener límites. Cada día que pasa, cada día que vamos conociendo más datos sobre el trato que han estado recibiendo los que fueron consellers del Govern catalán, más desazón, indignación y todo lo que termine en ‘ón’, nos provoca.

Damas y caballeros, tras la salida de prisión de los señores Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Carles Mundó, y de las señoras Dolors Bassa y Meritxell Borràs; todos los españoles hemos podido constatar que en las cárceles españolas te encierran y si quieres salir a dar un paseíto no puedes hacerlo; que en las cárceles los menús que se ofrecen no incluyen productos delicatesen y que, incluso, alguno de los platos que se sirven no es del gusto de los presos, que la comida en la cárcel puede ser flatulenta (para el que no lo sepa, el alimento flatulento es el que acumula gases en el sistema digestivo, es decir, que si comes un producto flatulento te pegas las noches tirándote pedos sin parar); se ha podido constatar que en las cárceles hay presos, un motón de presos y, por si fuera poco, hay policías y guardias civiles y funcionarios de prisiones que dan miedito porque se dedican a vigilar con el fin de evitar la fuga de los reclusos. Damas y caballeros, en España existen las cárceles y esto ha sido la gota que ha colmado el vaso para los independentistas catalanes.

No sólo ha sido esto lo que ha provocado indignación entre los separatistas. No, no. Hay más. Por lo que parece, un guardia civil hizo sonar el himno de España en el móvil. Como lo oyen, hizo sonar tres veces el himno de España estando los exconsellers cerca. Las asociaciones que luchan por los derechos humanos en todo el mundo se han volcado inmediatamente para apoyar a estos pobres hombres y mujeres. Escuchar el himno español en una cárcel española y comiendo comida preparada en cocinas españolas, es una tortura evidente y nadie debería sufrir un trato parecido a este. Menos mal que estos hombres y mujeres han estado dentro de una cárcel y nos han podido informar con detalle de lo infernal que resulta dormir en una celda con rejas y cerradura. Es que, vamos, rejas y cerradura en una celda es lo último que nos quedaba por ver.

O sea que la cárcel es un lugar duro y si es española mucho más. O sea que no hay nada como comer en casa o en restaurantes estupendos en los que se paga con el dinero de todos. O sea que no hay derecho a que después de dar un golpe de Estado te lleven a la cárcel. Es verdad, creo yo que lo que hay que hacer es construir una cárcel para pijos catalanes convertidos en revolucionarios de tercera que creen que jugar a saltarse la ley no debe tener consecuencias. Lo que hay que hacer es dejar a estos chavales hacer lo que quieran para que no se disgusten, lo que hay que hacer es alquilar un país entero al que se puedan marchar y decir, una vez instalados, que son exiliados y que les persiguen con saña los fascistas españoles que dicen vivir en democracia aunque, en realidad, lo hacen en un régimen dictatorial camuflado. No podemos seguir maltratando a estos políticos independentistas de esta forma tan brutal. Somos unos fachas, todos somos unos fachas de mierda. Menos ellos, claro.

Todo lo que sucede en la política catalana independentista es patético. Sorprendentemente, hay un buen número de personas que compran ideas imposibles y situaciones lamentables como si fueran las ideas del siglo y los movimientos políticos del milenio. Hay mucha gente que no está dispuesta a escuchar nada que no sea lo que ha estado oyendo durante años y que, ahora, no puede ser falso. Esto funciona así. Pase lo que pase, el responsable es el Estado español. Salvo si lo que ocurre es bueno que pasa a ser responsabilidad de los independentistas. Sí, resulta patético, pero es lo que hay.

Los resultados de las elecciones del próximo 21 de diciembre serán fundamentales para el futuro de Cataluña. Si se vuelve al mismo punto de partida veremos cómo se vuelve, también, a repetir la misma historia. Con exactitud. Ya lo verán a ustedes. Incluyendo el capítulo de las cárceles españolas, de los guardias civiles que escuchan el himno nacional sin que sufran convulsiones ni nada y de una lucha contra el fascismo español encabezada por los más pijos del barrio. Porque volverán a meter la pata, estos pijos volverán a meter la pata.