La creación del Mercado Alternativo Bursátil en el año 2009 puso al alcance de los pequeños y medianos inversores algo que, hasta ese momento tan solo lo estaba para los grandes, a saber, la inversión en empresas de capital riesgo.
Hasta antes de su creación era muy difícil el acceso a este tipo de empresas ya que, entre otras razones, se necesitaban importantes cantidades de dinero para poder invertir en ellas. Igualmente, si difícil era comprar, mucho más lo era desprenderse posteriormente de los títulos en propiedad. Asimismo se convertía en una aventura conseguir información fiable para poder llevar a cabo un análisis serio de dichas empresas y de su evolución pasada y futura ya que dicha información se solía encontrarse en círculos muy reducidos, a los que no tenía acceso el pequeño inversor.
Con la creación del Mercado Alternativo Bursátil se solucionaron todos estos inconvenientes ya que, al igual que en el resto de bolsas, la inversión mínina en el mismo es de una acción, aunque, evidentemente, por la cuantía de las comisiones de intermediación, lo recomendable es comprar un paquete de una cuantía como mínimo de 500 o 1.000 euros, como ocurre en cualquier acción bursátil.
Por otra parte, los accionistas del MAB pueden deshacer sus posiciones compradoras con la misma facilidad con las que las adquirieron.
Las empresas del Mercado Bursátil Alternativo, al igual que las del resto de bolsas, se hallan obligadas a publicar sus resultados en sus páginas web, información que es pública y accesible a cualquier inversor interesado en las mismas.
Por último, señalar que el MAB es un mercado bursátil electrónico en el que, al igual que en resto de bolsas, los inversores interesados insertan sus órdenes de compra y venta a la espera de se casen entre ellas.
Más información en www.abcbolsa.com