Siguiendo con el artículo publicado el sábado, y en mi opinión, las empresas que cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil pueden ser adecuadas para los inversores de largo plazo siempre y cuando estos dediquen tan solo un pequeño porcentaje de su cartera de inversión, haciéndolo de manera muy diversificada y con extremada prudencia, al tratarse de empresas con negocios demasiado poco maduros e innovadores. Para ello, el inversor debe tener en cuenta que las empresas del MAB han de ser consideradas empresas de capital riesgo y por ello puede ser normal que haya quiebras de empresas que coticen en este índice bursátil. A cambio, estas empresas pueden llegar a ofrecer un mayor potencial de beneficios, a cambio de ese mayor riesgo.
Igualmente es de justicia hacer una advertencia al inversor: evite la tentación de caer en la codicia, y esto porque no faltan los supuestos de alguna o algunas de las empresas que cotizan en el MAB que, en pocos meses, han multiplicado su cotización por cinco o por diez veces y ello puede ser difícil de digerir por muchos inversores. Por ello, el inversor afortunado nunca debe arrepentirse de no haber invertido todo su capital si ha obtenido un buen beneficio ya que, en caso contrario, si la empresa hubiese quebrado, hubiese incurrido en bancarrota.
De todo ello podría deducirse que la inversión a largo de plazo de muy pequeñas cantidades en empresas del MAB podría llegar a ser interesante para aquellos inversores más atrevidos, siempre que se actúe con cautela y de manera diversificada ya que las empresas de la nueva economía pueden llegar a ofrecer rentabilidades muy superiores al resto, si las cosas van bien.
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