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Eduardo Maciá, Charly Musonda Jr. y Juan Carlos Ollero.
Maciá y los bandazos en el Betis
Creo que sería una grave equivocación destituir ahora al director deportivo, pese a sus errores (y aciertos). En los últimos cinco años y medio el club ha tenido cinco presidentes y otros tantos entrenadores, tres directores deportivos, generales y de cantera, y tres administradores judiciales
Con tanto bandazo es imposible construir un proyecto creíble, sólido y estable. Y en el Betis están a punto de pegar otro con la posible destitución de Eduardo Maciá, justo ahora que el equipo está a un paso de certificar el objetivo de la permanencia y han elevado su nivel una serie de jugadores fichados el pasado verano.
Que Maciá ha cometido errores -Van der Vaart, Digard y Tarek, principalmente, aunque a estos dos últimos apenas se les ha visto, y ya veremos Damiao- es innegable, y que el equipo va a cumplir sobradamente con el objetivo trazado, parece que también, así que, o me pierdo algo o no sé a qué viene esta evaluación continua y pública del director deportivo, fichado a bombo y platillo el año pasado para poner las bases de un proyecto a medio plazo que debería aproximar la dimensión deportiva del Betis si quiera un poco a la de su masa social.
Cinco presidentes (Gordillo, Guillén, Platas, Ollero y Haro), otros tantos entrenadores (Mel, Garrido, Calderón, Velázquez y Merino, algunos por partida doble), tres administradores judiciales (Porrúa, Bosch y Estepa), coordinadores de cantera varios (José Antonio Gordillo, Fradua, Buenaventura...) y directores deportivos (Stosic, Alexis, Maciá y algún interino) o generales (Funes, Pozas, Martínez Feria) por doquier en menos de seis años. El Betis parece ser una máquina de autodestrucción masiva y así no hay manera de avanzar.
Creo que Maciá es un profesional perfectamente capacitado para conducir la dirección deportiva en el Betis, aunque en asuntos de organización de la cantera bética tenga muchos más conocimientos Pedro Buenaventura y como escrutador de futbolistas haya pocos como el ‘matemático’ Alexis, por poner un par de ejemplos de que tampoco tenga que abarcar una persona todo el poder de decisión en la amplísima y compleja parcela deportiva, la más relevante en un club de fútbol.
Es labor del consejo repartir el trabajo y delimitar las funciones y responsabilidades de cada uno de sus empleados, para que todos sumen en la misma dirección y puedan aportar lo mejor de sí mismos. Seguramente fue un error darle a Maciá las llaves de toda la parcela deportiva a su llegada, pero otro error más grave aún sería dejar esa parcela en almoneda y tener que volver a reconstruirla precisamente ahora que el equipo empieza a dar las primeras alegrías en muchos meses, después de todos los avatares sufridos. El aficionado está ya harto de tanto desbarajuste y es hora de ir sumando y construir un proyecto sólido y creíble que ilusione a los béticos, no de ir dando un paso adelante y dos para atrás. O a cualquier otro lado. Por el camino hay muchos esperando que el actual consejo se estrelle, así que más vale ir con paso firme y rumbo recto, sin tantos volantazos. Son un peligro.