Mayo de coplas eternas

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20 may 2017 / 20:47 h - Actualizado: 20 may 2017 / 21:27 h.
"La trastienda hispalense"

La primavera nos ha ido dejando, pasito a paso, las flores del paraíso de su calidad más absoluta. Las juderías, viejas y nuevas, convertidas en los más exclusivos frascos de perfume de la tierra. La ciudad engalanada con la belleza de su gracia mariana y de su alegría cuaresmal. El nuevo prado de Los Remedios, dibujado por mil paletas de arcoiris para levantar el lienzo de la mejor Feria del mundo, en la que incluyo clarines y pasodobles de Baratillo torero. Todo es más hermoso, más fascinante, más embriagador. Sevilla para herir, Sevilla para nacer, Sevilla para morir.

Por eso hoy, quiero morir, como tantas veces hice, con esta metrópolis de ensueño, dejándome llevar por mi sonanta, mi eterna compañera, que me lleva hasta el mismísimo delirio, haciéndome cantar: ¡Dios te Salve, Sevilla! ¡Bienaventurados los que nacen y viven sobre tus enaguas!

En Sevilla, la esperanza es Triana, Macarena y Trinidad, o la Gracia de San Roque, bajo palio, Reina y Madre celestial. En Sevilla, la alegría es la feria que en abril se vestirá de flamenca con lunares y volantes, bailando por el Real.

En Sevilla, el aroma es clavel, dama de noche y azahar; y moñitas de jazmines de mujeres que perfuman la ciudad. En Sevilla, el salero es un puente de capilla y de Velá, de Santiago y Santa Ana que en el río, a la cucaña jugarán.

En Sevilla, es el oro, una torre, María Luisa y Arenal; y Jardines de Murillo, alfombrados con albero de Alcalá. En Sevilla, el silencio es faena, Maestranza y estocá; y María Inmaculada que detrás del Nazareno, siempre va.

En Sevilla, el amor es una cruz de martinete y fragua, una fuente en Doña Elvira, un balcón en Santa Marta, una glorieta de rimas, una blanca Inmaculada, una hostería de Tenorio y una historia de Mañara.

En Sevilla, el amor es una capa negra con cintas bordadas, una almena del alcázar, un suspiro de Triana, el vuelo de una paloma, el trino de una guitarra y un geranio ensangrentado de romántica fragancia... ¡Ay! en Sevilla, en Sevilla, el amor es simplemente un beso de la Giralda.

En Sevilla, Cruz de Mayo es un patio de vecinos y amistad; y tambores de hojalata, de los niños en sus juegos de hermandad. En Sevilla, Padrenuestro es calvario de oraciones y de fe; y promesas fervorosas a la cruz que va arrastrando el Gran Poder.

En Sevilla, veleta es minarete de azucena y mantilla, Giralda de campanas, donde Santa Juana vela la ciudad. En Sevilla, España es una plaza de puentes y barquillas, media luna de arte que ilumina el parque y está enamorá... de Sevilla. ~