Meditaciones bajo la lluvia

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28 abr 2019 / 06:00 h - Actualizado: 28 abr 2019 / 06:00 h.
  • Meditaciones bajo la lluvia

Me gusta contemplar la lluvia a través de la cristalera del jardín, es como si el cielo hubiera decidido bordarse un mantón de manila y me acariciase con los flecos... ¡qué arte y qué artesanía la de esa lluvia que nutre desde los cáctus hasta las peonías! Cuando "va a caer una buena" el cielo se pone negro, quizás sea para conjuntar con cualquiera que sea el color de su natural mantón o tal vez, es una oportunidad para que empieces a colorearlo con los matices de tu intención... ¡No es broma! hace unos días salí a correr, me arriesgué -a pesar del inevitable anuncio de los nubarrones- y, por supuesto, la lluvia me cogió... Pues me puse la capucha, apreté el pasó para no acabar calada, alcé la vista al cielo que, efectivamente estaba negro y me dió la impresión de que eso resaltaba la belleza natural del entorno... Igual que, cuando llega la noche, apagas los focos de tu mente, ya no estás en guardia, te sientes relajado y te quedas con quien eres en realidad... Tu propia persona siempre te acompaña pero es cierto que luces más cuando la luz viene de ti, no del exterior; así que cuando el cielo apaga la luz, descubres más quién eres (Talento Único).

La magia del chirimiri

En honor a la verdad, siempre he sido más de sol, pero en los últimos años he empezado a descubrir y a apreciar la magia del chirimiri... Cuando se aprecian esos pequeños detalles, es más probable que la felicidad se halle y la lluvia tiene la habilidad de invitarnos a meditar, porque al igual que limpia el ambiente, despeja la atmósfera, hace que "huela a limpio" por las calles... También nos ayuda a hacer limpieza mental, porque cuando llueve, te obligas a parar, te pones a pensar y si había nubarrones rondando tus pensamientos y emociones, después de la lluvia, empiezas a sentir la atmósfera emocional despejada y entonces podrás notar como huele a limpio en el interior personal.

Diferentes tipos de buen tiempo

Decía John Ruskin que "El sol es delicioso, la lluvia es refrescante, el viento nos prepara, la nieve es estimulante. Realmente no hay tal cosa como el mal tiempo, sólo diferentes tipos de buen tiempo", apreciaciones llenas de sabiduría las del escritor británico: no existe el mal tiempo, lo que existe es la mala actitud. Lo que hay es diversidad climatológica, igual que hay diferentes criterios, opciones y decisiones... Dentro de esa diversidad, podríamos decir que cada elemento es un maestro, el sol lo es de la energía, el dinamismo y la iniciativa; la lluvia es la maestra de la paciencia, la serenidad, el autoconocimiento...

Lidiando con el barro

Sigo mirando por la cristalera del jardín, Atila (mi perro) da un empujón y se escapa... ¡como se ha puesto las patas!, mientras lo limpio con una toalla, recuerdo aquello que advertía Denzel Washington: "si rezas por la lluvia, prepárate para lidiar con el barro" ¡así es! En esta vida, no hay absolutos, es decir, que no hay nada que sea totalmente malo o absolutamente bueno, todo tiene sus pros y sus contras (incluso aquello que tanto deseas) eso ¿qué significa, que hay que dejarlo ir? no, únicamente quiere decir que hay que tener la suficiente visión y el necesario ingenio para seguir gestionando todos los frutos de tus sueños... ¿Te imaginas una novia que no se casara por miedo a tropezarse con la cola del vestido? pues no hagas lo mismo. Tus objetivos y expectativas también traerán cola, de ti dependerá si tu meta se queda sola o consolida un buen matrimonio con tu criterio. Y, mientras tanto, ¡disfruta de la lluvia!