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Memoria sin recuerdos

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25 jun 2018 / 18:29 h - Actualizado: 25 jun 2018 / 18:30 h.
"Hispalíneas"

Hay cosas aparentemente simples y que, sin embargo, son fundamentales para comprender la Historia de determinadas naciones, rayos X que nos dan su radiografía. En lo referente a España, una de ellas es la falta de recuerdo colectivo de los episodios en el logro de la democracia. En los principales países de Europa el pase a la modernidad y a las libertades se produjeron al mismo tiempo o estuvieron muy relacionados y eso trajo la erección de un nuevo tipo de héroes o heroínas, mujeres y hombres del pueblo que lo hicieron posible. Ése no es el caso español porque aquí lo uno y lo otro se produjo lentamente, sin que en el nacimiento del parlamentarismo o en la instauración del voto universal y la separación de poderes existiera una raya que separare nítidamente el antes y el después.

La Memoria Democrática está tardando tanto en consolidarse que corre el peligro de que, cuando eso se logre, ya nadie recuerde cuales fueron los hechos por los que se instauró. Ahora, de nuevo y después de más de cuarenta años del fin de la dictadura, se pretende asentar socialmente el recuerdo de la llegada de la democracia pero creo que aunque al dictador se lo saque de la tumba faraónica que se construyó a sí mismo y se trate de que decenas de miles de asesinados por sus balas tengan una, el proceso liberador seguirá sin asentarse si no existe signo alguno que distinga a quienes, tras la guerra, lucharon de forma activa por volver a traer la libertad para todos y padecieron y soportaron la represión. Porque no puede haber recuerdo si no hay recordados.

Hay cosas aparentemente simples y que, sin embargo, son fundamentales para comprender la Historia de determinadas naciones, rayos X que nos dan su radiografía. En lo referente a España, una de ellas es la falta de recuerdo colectivo de los episodios en el logro de la democracia. En los principales países de Europa el pase a la modernidad y a las libertades se produjeron al mismo tiempo o estuvieron muy relacionados y eso trajo la erección de un nuevo tipo de héroes o heroínas, mujeres y hombres del pueblo que lo hicieron posible. Ése no es el caso español porque aquí lo uno y lo otro se produjo lentamente, sin que en el nacimiento del parlamentarismo o en la instauración del voto universal y la separación de poderes existiera una raya que separare nítidamente el antes y el después.

La Memoria Democrática está tardando tanto en consolidarse que corre el peligro de que, cuando eso se logre, ya nadie recuerde cuales fueron los hechos por los que se instauró. Ahora, de nuevo y después de más de cuarenta años del fin de la dictadura, se pretende asentar socialmente el recuerdo de la llegada de la democracia pero creo que aunque al dictador se lo saque de la tumba faraónica que se construyó a sí mismo y se trate de que decenas de miles de asesinados por sus balas tengan una, el proceso liberador seguirá sin asentarse si no existe signo alguno que distinga a quienes, tras la guerra, lucharon de forma activa por volver a traer la libertad para todos y padecieron y soportaron la represión. Porque no puede haber recuerdo si no hay recordados.