Recuerdan que les conté que unas golondrinas habían anidado en mi patio? Cuando se fueron los pichones destruí el nido para intentar salvar el farol fenicio y cuando me he venido a dar cuenta han vuelto a hacer el nido de nuevo encima del fanal. Estoy encantado de que hayan vuelto, pero es que ahora no puedo poner el aire acondicionado del salón porque el nido está cerca de la máquina y como expulsa aire caliente al patio temo que se estropeen los huevos o mueran los pichones, de haber nacido ya. Ayer, como hacía un calor insoportable, lo conecté y los papás de los golondrinitos se pusieron en la ventana empapados en sudor pidiéndome con la mirada que lo apagara. Y lo hice, claro. Llevo unos días que para mí se quedan porque el ventilador solo remueve el aire caliente y he roto ya tres o cuatro abanicos de los que venden en los chinos. Me pregunto sin serán conscientes las golondrinas del sacrificio que estoy haciendo por ellas y si en esta ocasión, cuando se vayan, me dejarán una nota de agradecimiento o un vale para la piscina municipal.