Me siento generoso y te voy a explicar algún aspecto de mi estrategia, ya sabes que aunque te la desvele no servirá de mucho pues buscaré otras maniobras. Los hombres habéis olvidado que mi fin último es ganar almas para el infierno y además dejáis de lado que esto es una guerra, yo no; esta es mi primera ventaja. Además he conseguido una sociedad en la que es muy fácil ser malos y con muchas oportunidades de serlo; ¿cómo lo he conseguido?, lo he conseguido creando una sociedad compuesta de gentes manipuladas por otros dando lugar a personas conformistas que se piensan que no lo son. Mi principal éxito es acabar con la familia que es el único lugar donde está el amor desinteresado y en el que los hombres os sentís amados no por lo que hacéis sino por lo que sois; ¡qué gran triunfo el mío!
Para destruir la familia el camino es destruir el matrimonio y para ello hay que destruir ¡y lo voy consiguiendo! El pegamento del matrimonio que es la fidelidad sexual y la fidelidad sexual se destruye con la revolución sexual que se propaga a través de los medios de comunicación que están masivamente en mis manos, en realidad la revolución sexual ha terminado y la he ganado. Por ejemplo, apenas se hacen películas sin propaganda sexual; y nadie se cuestiona el por qué, simplemente las miráis boquiabiertos y la recibís con entusiasmo. Este es un simple ejemplo del triunfo de la revolución sexual; todo está sexualizado, y lo mejor para mí es que no le dais importancia al tema; lo veis moderno, actual, natural, liberador y superador de tabúes pasados que os oprimían. ¡Sexo sin límites! Me enorgullece muchísimo vencer en este aspecto a mi Enemigo. ¡A ver qué hacéis!.
Firmado: Satanás