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Mis argucias

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28 mar 2018 / 17:46 h - Actualizado: 28 mar 2018 / 22:49 h.
"Cofradías"

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Te voy a desvelar algunas de mis argucias de diablo que me han dado un gran resultado. Puedes pensar que si te las cuento ya no tendrán efecto; si así fuera tengo muchas otras más para conseguir mis propósitos. ¿Sabes cuál es uno de mis logros preferidos? Pues uno de ellos es haber conseguido que muchos se olviden de mí, que piensen que no existo, que soy una invención de otros tiempos para asustar a mentes infantiles. He estado escuchando las prédicas de tus sacerdotes en los quinarios y demás de estos días, y pocas veces me han mencionado, ¡este es mi gran triunfo!: no me tienen en cuenta, pero existo y actúo, te diré más, dispuesto como estoy a sincerarme contigo, el concepto de pecado es igualmente casi ignorado.

No se habla de pecados, pero yo los conozco, soy el gran tentador y muchedumbres caen en la tentación y pecan, pero tus sacerdotes lo mencionan como de pasada sin ser claros y yo encantado de mi éxito. Los católicos parecéis tontos, lo cual facilita mi tarea, tenéis un modo para salir del pecado y no se utiliza, es lo que llamáis el sacramento de la confesión, pero lo olvidáis. Por mí genial. Algunos sacerdotes hablan de la confesión pero tímidamente. Te desvelo mi triunfo sobre los católicos con la convicción de que estáis tan podridos, tan cerca de mí, que ni siquiera surtirá efecto en vuestras almas; es más seguirán diciendo, por ejemplo, que eso de la confesión es algo pasado de moda y dirán que cada cual se confiesa directamente con mi Enemigo, o afirmarán que ellos no ofenden a nadie, pero yo veo la otra parte y me encanta vuestra postura. Y, otro ejemplo más, algunos sacerdotes cuando predican un funeral hablan, casi siempre, de las bondades del difunto afirmando que ya está en la casa de mi Enemigo, pero yo sé que siempre no es así.

Firmado: Satanás.

Te voy a desvelar algunas de mis argucias de diablo que me han dado un gran resultado. Puedes pensar que si te las cuento ya no tendrán efecto; si así fuera tengo muchas otras más para conseguir mis propósitos. ¿Sabes cuál es uno de mis logros preferidos? Pues uno de ellos es haber conseguido que muchos se olviden de mí, que piensen que no existo, que soy una invención de otros tiempos para asustar a mentes infantiles. He estado escuchando las prédicas de tus sacerdotes en los quinarios y demás de estos días, y pocas veces me han mencionado, ¡este es mi gran triunfo!: no me tienen en cuenta, pero existo y actúo, te diré más, dispuesto como estoy a sincerarme contigo, el concepto de pecado es igualmente casi ignorado.

No se habla de pecados, pero yo los conozco, soy el gran tentador y muchedumbres caen en la tentación y pecan, pero tus sacerdotes lo mencionan como de pasada sin ser claros y yo encantado de mi éxito. Los católicos parecéis tontos, lo cual facilita mi tarea, tenéis un modo para salir del pecado y no se utiliza, es lo que llamáis el sacramento de la confesión, pero lo olvidáis. Por mí genial. Algunos sacerdotes hablan de la confesión pero tímidamente. Te desvelo mi triunfo sobre los católicos con la convicción de que estáis tan podridos, tan cerca de mí, que ni siquiera surtirá efecto en vuestras almas; es más seguirán diciendo, por ejemplo, que eso de la confesión es algo pasado de moda y dirán que cada cual se confiesa directamente con mi Enemigo, o afirmarán que ellos no ofenden a nadie, pero yo veo la otra parte y me encanta vuestra postura. Y, otro ejemplo más, algunos sacerdotes cuando predican un funeral hablan, casi siempre, de las bondades del difunto afirmando que ya está en la casa de mi Enemigo, pero yo sé que siempre no es así.

Firmado: Satanás