Ya está diciendo Moreno Bonilla, el futuro presidente de la Junta de Andalucía, que en cuatro años no va apoder hacer mucho, pero que algo cambiará. ¿Cómo que algo cambiará, señor Moreno? No joda, después de que le van a hacer presidente con la mitad de escaños que sacó Javier Arenas y el apoyo de Ciudadanos y Vox. No se podía llegar a más con menos. Mire lo que lleva hecho Pedro Sánchez en siete meses, así que no venga ahora diciendo que en cuatro años no se puede cambiar todo en una región gobernada durante casi cuatro décadas por los socialistas. Es precisamente en esta región donde hay muchas cosas que cambiar y si no empieza a hacerlo ya, en cuanto sea presidente, prepárese porque le espera una oposición con un millón de votos, contando solo con los de los socialistas, y sus propios aliados deseando que se estrelle en la primera curva de Sierra Morena. Además, los latigazos de esos medios de comunicación que van a echar de menos el dinerito de la Junta y la mala uva de los miles de enchufados que ahora no saben de qué van a vivir. No sabe la que le espera si en seis meses, no más, no se va notando el anunciado cambio, esos seiscientos mil nuevos puestos de trabajo que ha prometido y laregeneración democrática en el cortijo de Chaves, Griñán y Susana, que no es moco de pavo. El del contrabandista Pedro Lacambra era una chabola al lado de este. Como ha dicho alguna vez en la campaña que está casi todo por hacer, ya sabe: haga algo y pronto. Que los andaluces tenemos muchas ganas de ver si, como también ha dicho, es posible otra Andalucía. Una región a la que vengan más inversiones de fuera. Un turismo que no busque solo el arza y toma. Trabajo para los jóvenes y cultura más allá de Canal Sur. Soy pesimista por naturaleza, pero espero esos cambios.