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Mueven ficha

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22 ene 2016 / 22:42 h - Actualizado: 22 ene 2016 / 22:45 h.

La disputa de poder que está abierta no es sólo entre el Partido Popular y las «fuerzas del cambio», hay otra mucho más silenciosa, pero de poderosas armas, y que hasta ahora no ha hecho más que estar en la cabeza de algunos y empieza ya a asomarse. Es la que enfrenta a los poderes económicos, los mercados, con la probabilidad cada vez más posible, de encontrarse con un gobierno radicalmente de izquierdas. Cada día, alguna asociación empresarial e incluso algunas autoridades europeas recomiendan con cuidado y delicadeza la formación de un gobierno estable. Y como todos imaginan no están pensando en la coalición que podrían formar el PSOE, Podemos y otras minorías rupturistas. Hace dos días, el FMI hizo público su informe de previsiones en el que se preocupa de aconsejar que no se cambie el modelo económico para mantener el rumbo de crecimiento. Se puede decir más alto pero no más claro: el mundo de las finanzas quiere tomar partido y alzar su voz ante la formación del Gobierno español. Y algo más, se empieza a hablar de frenazo de inversiones y se paran, se dice, por la incertidumbre política.

La incertidumbre no es el desconocimiento de quién formará gobierno, que esa sería una duda temporal. La incertidumbre es el miedo a una mayoría de izquierdas con unos socios poco fiables para el mundo del capital y las finanzas y, casi peor aún, con unos líderes que no le inspiran ninguna confianza. Con medidas y como primer objetivo traen un plan de emergencia social que, aunque necesario, puede desequilibrar las cuentas públicas por su desmedido aumento del gasto. Un desajuste lógico, pero no sabemos si asumible, y desde luego alejado de las tesis de Bruselas.

Economía contra política. Un apasionante debate muy parecido al suscitado en Grecia, pero antes de las elecciones. ¿Eso es agitar el fantasma del miedo? Seguro, y quizá con bastantes razones. Lo único que ignoramos es cómo los poderes económicos podrían impedir el matrimonio progresista. De momento, intentan con su promoción de la gran coalición, dando extensa difusión de las expectativas consolidadas de crecimiento por encima de la media mundial, encabezando incluso el europeo, dar a una pasada labor insuficiente pero válida, y que está siendo apuntalada, ya que su derrumbe, el de la incipiente recuperación, se identifica desde fuera de España, como un desastre. Creo que las fuerzas fácticas de los mercados, como último recurso, tratarán de provocar como sea la repetición de elecciones, ya que si algo tienen seguro es saber que en una guerra siempre existen las bajas colaterales y más vale dar otra oportunidad a la clase política, sobre todo en ese campo de batalla de fondo del desgobierno. Atentos, que mueven ficha.