Mujeres y hombres y viceversa

Image
Álvaro Romero @aromerobernal1
17 ene 2019 / 08:11 h - Actualizado: 17 ene 2019 / 08:58 h.
  • Palacio de San Telmo. / Txetxu Rubio
    Palacio de San Telmo. / Txetxu Rubio

Supongo que anoche, al tirarse en el sofá como se tira la gente corriente al volver a casa después de tanta fatiga, tantos socialistas acostumbrados a que el coche oficial los recogiese por la mañana se sentirían raros, inadaptados, con sus cuerpos sin entrarles en caja, desasosegados, taciturnos, como quien regresa a la casa con caliches de sus abuelos después de haber vivido de hotel en hotel como la gente guay. Supongo que no solo le ocurrió a Susana, que esta mañana empezará a mirar Triana de otra manera. Supongo que hay un instante de soledad cruel que escalofría la piel de determinadas señorías y señoríos al tener que entrar en el coche por la puerta del conductor, al aligerarse ligeramente su agenda, al echar de menos a tantos pesados diarios con el qué hay de lo mío.

Pero pasarán los días y muchos socialistas de los que ya visten de paisano empezarán a entender, con esa perspectiva que solo da la calle y no los despachos enmoquetados, algunas claves de las ya irremediables elecciones andaluzas, a saber, que han sido unos comicios de las derrotadas frente a los victoriosos. Mujeres incapaces de ponerse de acuerdo frente a hombres por la labor. Mujeres de la izquierda frente a hombres de la derecha. Mujeres sin mano izquierda frente a hombres con su derecho. Candidatas con la defensa a ultranza de las mujeres por bandera frente a candidatos más preocupados por las banderas que por las candidatas. Izquierda desunida frente a derecha unidísima. La pareja desunida frente al trío de la unión. El embarazoso desacuerdo con una embarazada frente al acuerdo de quienes llegan a confundir sexo con género. El gobierno de dos encorbatados más uno de reserva frente a la oposición de dos lideresas reservadas entre sí.

De todo esto empezará el PSOE a darse cuenta hoy, cuando ya ha pasado el funeral. Como dejó dicho Gil de Biedma: “Que la vida iba en serio / uno lo empieza a comprender más tarde”. ¿Quién le hubiera dicho todo esto a Susana cuando se llevaba tan mal con Teresa? ¿Quién se lo hubiera dicho a todos esos votantes que no han comprendido hasta hoy que la política es demasiado seria como para dejarla solo en manos de políticos?