La Tostá

No me representan

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
19 ene 2019 / 11:03 h - Actualizado: 19 ene 2019 / 11:04 h.
"La Tostá"

TAGS:

Esta izquierda, tanto la que se ha ido de San Telmo como la que sigue en la oposición sin evolucionar nada y animando a la gente a tirarse a la calle para liarla, no me representa en absoluto. Hace cuarenta años sí, pero de eso hace ya mucho tiempo. Cuatro décadas son muchas, la mitad de la vida de una persona. Confié en ellas entonces, en las izquierdas, porque no había otra manera de cambiar una realidad penosa para la clase trabajadora de la época. Lo he contado en otras ocasiones. Cuando me vine a vivir a Sevilla, en 1973, en concreto a la barriada sevillana de Su Eminencia, conocí a algunos comunistas a los que adoré y, de alguna manera, sigo adorando, aunque me consta que muchos ya no viven. Dieron la vida por cambiar la realidad de ese barrio y mejorar nuestras condiciones de vida, que eran precarias, con calles sin asfaltar y ratas que hacían mandados por dos reales. No me lo pensé ni un segundo y metí el hombro para ayudarles a ellos, líderes vecinales, y, sobre todo, a mis convecinos. Pero a estos de ahora no los camelo, o los camelo poco, porque son señoritos de una izquierda trasnochada que apenas ha evolucionado. Evolucionar no es mandar a los ciudadanos a la calle a patalear en el entorno del Parlamento el mismo dia que se abría una nueva etapa en la política andaluza, tan legítima como la que ha estado mandando y mangando durante casi cuarenta años. ¿Cómo que no es legítimo un pacto de las derechas y sí de las izquierdas? ¿Qué clase de democracia están defendiendo estos señoritos que mandan a las mujeres a la calle para protestar por las políticas de Vox, como si este partido gobernara en alguna parte? ¿Qué políticas son esas? Lo que ha hecho Vox es propiciar un cambio político en Andalucía apoyando a dos partidos: Ciudadanos y Partido Popular. Con condiciones, lógicamente, porque pueden ser de la ultraderecha, pero no tontos. Y van a tratar de colocar sus propuestas porque, entre otras cosas, cuatrocientos mil andaluces y andaluzas les han votado para que hagan lo que están haciendo, duela a quien duela, sin complejos ni miedos. Si hay algo que me gusta de Vox, que en general no me gusta nada, es que son coherentes y que, al menos por el momento, no se limpian el culo con los votos de quienes han confiado en ellos, como han hecho el Partido Socialista e Izquierda Unida. ¿Por qué IU no animó a sus votantes y simpatizantes a echarse a las calles para protestar por el hecho de que en la Junta se hayan gastado el dinero de los andaluces en puticlubs y fiestas? Me duele que la izquierda española en general esté muerta y solo volveré a apoyarla cuando reconozca sus errores, pida perdón por traicionar a millones de españoles y, sobre todo, acepte la derrota en las urnas, porque la democracia es aceptar las victoria de los demás. Siento vergüenza ajena de esta izquierda tan intolerante.