Sevilla debe menos que cuando llegó Zoido, las cuentas del Ayuntamiento están saneadas, todo eso es verdad, no se lo va a discutir nadie al alcalde. Otra cosa es cómo lo ha conseguido. Una de las maneras menos originales consiste en no haber gastado, es decir, no haber hecho nada. Zoido ha vivido estos cuatro años sobre lo que se hizo en el mandato anterior y que tanto criticó. La ciudad hoy es más pobre, tiene menos recursos , menos prestigio y lamentablemente poco futuro. Recuerdo una jornada parecida a esta de ayer, en el mismo sitio, y con el mismo protagonista. Zoido ilusionó. Había obras que necesitaba la ciudad, apertura urbanística, algunos enclaves como Tabacalera o la Gavidia , comunicaciones, el metro, pero nada de eso se ha hecho. Es sincero, ha hecho lo que ha podido, pero a un alcalde se le pide, sobre todo si lo necesita tanto como Sevilla, que lo haga. Otras ciudades andaluzas tenían más deuda que Sevilla y la siguen teniendo y han hecho cosas, también con ediles populares, también mirados de reojo por las exigencias austericidas del gobierno popular de Rajoy. No es el caso de Zoido. No hay un proyecto que lo identifique, que se identifique con Sevilla. La zona franca, desde luego no será un hito histórico.
Responde sin dudar que, qué más hubiera querido yo, que no me han dejado, que no es mi competencia, pero todo eso, no lo valoró antes, ni siquiera que crear empleo no estaba en sus manos. Prometió y prometió, incumplió e incumplió. Sevilla ha perdido comba en su mandato, no es líder de casi nada, los barrios están más lejos, las infraestructuras obsoletas. Una ciudad no mejora solo con críticas a farolas o mobiliario urbano.
Una gran oportunidad perdida. Dice Zoido que la culpa es de la Junta, pero en Málaga se han entendido con San Telmo; por qué aquí no, con lo cerca que estamos, más aún siendo Zoido presidente del PP, que lo fue. Quizá la directriz popular no era entenderse, sino buscar la imagen de abandono a Sevilla. No ha cuajado esa idea, sino la de la falta de entendimiento. La idea de que Zoido no ha conseguido convencer a San Telmo de que Sevilla es la capital y merece respeto. Hemos bajado de categoría y ahora costará mucho ascender. Mal panorama, con el mismo gobierno en la Junta que según él lo abandonó, mal augurio teniendo en cuenta que quizá los suyos no estén ya mucho tiempo en La Moncloa. Aunque tampoco puede presumir Zoido de que Rajoy haya hecho mucho por Sevilla.
Un día iba caminando por La Campana y di un respingo al oír una estridente campanilla, y no, no era que hubiera abierto la Bolsa en el centro; una vez a salvo, no me salvé de la sorpresa: era un trenecillo, de esos que van por los pueblos turísticos. Por La Campana, si por La Campana. Eso es Sevilla hoy, un pueblo con trenecillo turístico con muchas cornetas y tambores.