Novena de feria

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29 abr 2017 / 17:38 h - Actualizado: 29 abr 2017 / 20:39 h.
"La trastienda hispalense"

Yllegó la Feria estrenando cuerpos estiraos de sábado de pescaíto, portada de Feria de Cartuja Universal, con Currito apretando el botoncito, y una novena por delante de «osú, qué barbaridad» en la que las medias botellitas tienen alas y vuelan por medio de las casetas, remojando gargantas resecadas por culpa del desmadre y de la juerga; una novena en la que la fiesta se forma en cualquier esquina y en cualquier sitio baila una pareja, la noche huele a caldos de la Ina y a cantes de la Puebla y Castilleja; una novena en la que Sevilla se engalana de volantes y danza con gracioso contoneo, se sienta por las tardes en la Maestranza y aplaude, apasionada, el buen toreo; una novena, que incluye domingo de resaca, en la que los látigos chasquean con diablura, los payasos fabrican carcajadas y la calle del Infierno es la locura de la chiquillería sevillana.

Una Feria en la que la manzanilla ataca y el jamón la aplaca; y una cerveza tras otra te amangla, duerme y derrota, por eso, siempre, a las cañas, unas tapas acompañan, que no habrá mejor invento para cortarle los vientos a las tontas borracheras que una cosa tan sencilla como creó mi Sevilla, tapando las vinajeras.

El pueblo de Sevilla, una vez más, escribe un nuevo capítulo de la Feria de Abril. Si levantaran la cabeza sus fundadores, Bonaplata e Ybarra, alucinarían ante un espectáculo tan fascinante y seductor como el que los sevillanos plasmaron, desde 1846 en los vetustos códices de la ciudad, con tinta de duende, fantasía, arte, imaginación y majestad infinita. La majestad de una Feria que anuncian las fanfarrias del Arenal desde el Domingo de Resurrección.

La majestad de la noche del Alumbrao, en la que oficiosamente trabajé, desde hace casi tres decenas de años, cantando las primeras sevillanas de la Feria, algo imposible para mí en esta edición, ha contado con un gran plantel de artistas, venidos desde distintos lugares de nuestra tierra, para ondear el emblema de Sevillanas para el Mundo en el ferial de una metrópolis en la que una danza de amor marcó mi vida, una danza de amor que me cautiva porque vive, gira y sueña junto a mí, flor de Abril... Una danza de amor, siempre dispuesta a bailar con Sevilla en cualquier fiesta, perfumando con su aroma de jazmín, mi existir.

Lo traigo andao, con ella, el mundo entero lo traigo andao, que el cielo me perdone to’s mis pecaos y me quiten lo bailao. ¡QUE DISFRUTEN DE LA FERIA! ~