Las universidades no cumplen con las funciones que la sociedad les ha asignado, salvo una: mantener entretenidos a los jóvenes para que no engrosen la lista de desempleados». Último ejemplo del negativismo absolutista de las críticas sobre nuestra universidad aparecidas últimamente. Sin aportar soluciones. Pidiendo incluso el cierre
¿Cierre de las Universidades porque hay cursos online de las mejores universidades del mundo? Y ¿por qué no cerramos por lo mismo escuelas e institutos? ¿Y las salas de conciertos, dadas las maravillosas grabaciones y retransmisiones en audio y en vídeo existentes? ¿Y los teatros? ¿Y las bibliotecas?
¿Carestía? Nuestra inversión educativa: el 4,3 por ciento de nuestro PIB (en la OCDE el 5,2 por ciento del suyo). Y en I+D+i el 1,22 por ciento (en la eurozona el 2 por ciento). Y además, las universidades andaluzas son las más baratas de España.
¿Ineficacia? En Andalucía contamos con cerca de 2.000 grupos de investigación, con dotación presupuestaria de solo 10 millones de euros/año.
¿Endogamia? En la carrera universitaria, las relaciones maestro/futuro docente son de un carácter tan especial que lo normal es que los primeros apoyen a los segundos en su itinerario de acceso profesional. Nada que ver con las otras oposiciones. ¿Por qué al grito no se acompaña una solución viable?
Reformas y mejoras ¡sí! Pero el problema central radica en el sistema educativo. ¿Se sabe que en algunas facultades de ciencias ha sido necesario implantar un curso cero donde se explican cosas que antes sabía un estudiante de 14 o 15 años? ¡Pacto educativo YA!