Viéndolas venir

Nuestro derecho a ser pistoleros

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Álvaro Romero @aromerobernal1
20 mar 2019 / 09:07 h - Actualizado: 20 mar 2019 / 12:17 h.
"Viéndolas venir"
  • Nuestro derecho a ser pistoleros

Un partido predica nuestro derecho a ser padres por doblones, con el útero de cualquier desgraciada que los necesite, y otro partido defiende nuestro derecho a ser pistoleros, siempre que no tengamos antecedentes y estemos bien de la cabeza. Y todo se mira y se oye con la distancia naturalizada de esa peligrosa indiferencia de una ciudadanía que sigue pensando, cuando piensa poco, que todas las opiniones son respetables, aunque no todas las personas que opinan. O sea, justo al revés.

Está de moda ahora decir que uno no es de izquierdas ni de derechas y que por eso vota lo que vota. La coletilla me recuerda a quien dice que no hace ni frío ni calor, o sea, cero grados.

Esa propuesta incendiaria de que cada español normalito pueda tener su escopeta en el mueble bar busca seguramente la aquiescencia demagógica de tanto español con complejo de poli. En nuestro país siguen molando los uniformes y las pistolas. Y mucho español sigue soñando con jugar a los pistoleros como cuando se disfrazaba con su sombrero y su cartuchera de sheriff y soplaba el humo que salía de la punta de su revólver de juguete.

Que cada uno de nosotros pueda tener un arma en casa abre la puerta a que nos tomemos la justicia por nuestra mano, al margen de la política, de la ley, de la justicia, de la policía. O sea, el colmo del liberalismo, que es por donde empieza la ley de la selva.