Menú

Nuevo poder sevillano

Image
24 mar 2018 / 16:42 h - Actualizado: 24 mar 2018 / 16:44 h.

Juan Luis Pavón mantiene en este diario una sesión semanal en la que entrevista a jóvenes de ambos sexos que representan el futuro, si es que los dejan trabajar a gusto y los apoyan. No sabe cuánto le agradezco al colega su sección porque me conecta con la Sevilla que más quiero, ésa que me gustaría ver hecha y derecha pero que por razones biológicas e idiosincrasia sevillana lo más seguro es que no vea, como mi padre se lamentaba de que nunca vería el metro y se salió con la suya, a pesar de que el primer proyecto data de antes de morirse Franco.

Si quiero ampliar mis conocimientos sobre el tema del que trato, Pavón me ofrece su web http://sevillaworld.com/. Presente y futuro, en efecto, pasan por la investigación, la innovación, la internacionalización de la ciudad. Observo que no pocos de los entrevistados trabajan en Sevilla pero no para Sevilla sino para el exterior, algo que a la vez supone satisfacción y decepción. Me gusta decir que lo ideal es trabajar con un ordenador a la sombra de un olivo, una metáfora que pretende sintetizar la Sevilla de siempre con la Sevilla conectada al mundo tecnificado. Pero me he dado cuenta de que hay aún mucho camino por recorrer para eso. Me alegra el despegue turístico pero lo que de verdad es progreso se encuentra en la investigación aplicada que no tiene por qué ser siempre la ciencia llamada pura o tecnológica sino también las ciencias humanas y sociales. Los titulados en estas dos ramas del saber poseen una visión de conjunto que los empresarios siguen sin ver. Me aterra una Sevilla del ladrillo en una ciudad donde 12.000 personas buscan techo y sin embargo hay 46.000 viviendas vacías. Eso es un crimen equiparable a los crímenes de sangre pero aquí sólo nos fijamos en la sangre real y el morbo y no en este terrorismo y el otro: más del 22 por ciento de parados, trabajos muy precarios y negocios con miras a cortísimo plazo.

Los nuevos emprendedores que retrata Juan Luis Pavón deberían ir organizándose para dar el zarpazo generacional a ese segmento de poder bastante artificial que no se resigna a dejarles paso. Ya está bien de tanta dependencia política, el empresario arriesga, mientras Sevilla no tenga al menos cuatro torres Pelli, grandes empresas de I+D conectadas a la universidad, un metro completo y conexiones con él así como una SE-40 y un dragado que no perjudique a los arroceros, esta ciudad seguirá siendo hermosa pero no grande. Así es el mundo hoy, nos guste o no, y los jóvenes son la clave, es ley de vida.