De entre el amplísimo abanico de temas que abordó Joaquín Sainz de la Maza el pasado sábado, durante el desayuno informativo en el que presentó a los integrantes de su candidatura con vistas a las elecciones del Consejo de Cofradías del próximo 30 de junio, me quedo con el que hizo referencia a la elección de la imagen que cada año desde 1976 preside el Viacrucis de las hermandades de Sevilla. Siendo igualmente interesante lo que habló sobre el cambio de sede del Consejo, los conteos de nazarenos, la solución a la Madrugá, las entradas del pregón, la conveniencia de celebrar el propio Viacrucis el primer lunes de Cuaresma o buscarle otra fecha, la remuneración o no del cartel de Semana Santa, la figura de un copresidente o la incorporación a la nómina de nuevas hermandades, quiero poner el foco en lo de la imagen del Viacrucis por lo que de novedoso a la vez que determinante tuvo el criterio que expuso el candidato. En esa búsqueda constante de la objetividad, Sainz de la Maza puso sobre el tapete el criterio de la antigüedad: «Criterio objetivo», dijo, «aunque a veces pueda resultar injusto» y puso como ejemplo el del cofrade que con un número 29 en la nómina de la cofradía tiene más preferencia en todo que uno con el 1.200 por mucho que este uno aparezca a todas horas por la hermandad. Desde entonces no hago más que darle vueltas al asunto y llego a la conclusión de que al fin y al cabo no sería tan injusto un criterio como el de la antigüedad para la cuestión del Viacrucis. Vaya por delante que el de este año con el trinitario Cristo de las Cinco Llagas ha sido de auténtico chapó, pero habiendo hecho la criba en función a los siglos de historia quizá alguien hubiera caído en la cuenta de que en 2015 se cumplieron 400 años de la hechura del Señor de Pasión a manos de Juan Martínez Montañés, efeméride que para el gran público ha pasado sin pena ni gloria y que con el Viacrucis del Consejo, por ejemplo, sí hubiera tenido el tratamiento apropiado. A partir de ahí y con Juan de Mesa como protagonista, en 2018 se cumple el cuarto centenario del comienzo de la hechura del Cristo del Amor, en el 19 el de la talla del Cristo de la Conversión y en el 20 confluyen los del Gran Poder y el Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes. Sólo espero que para entonces los que estén en el Consejo caigan en la cuenta. ~