Ojalá sea una pájara y nada más...

El partido ante el Leganés debería grabarse a fuego en la memoria de todos para que no se repita más esta temporada

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24 mar 2015 / 14:36 h - Actualizado: 24 mar 2015 / 14:38 h.
"Real Betis","Pepe Mel"

Al bochornoso partido realizado por el Real Betis Balompié en su casa y ante el Leganés podemos seguir añadiéndole adjetivos de aquí a que termine la Liga. Nadie lo entiende y lo que es peor, tampoco se encuentra explicación a lo sucedido. Ni siquiera los propios profesionales, algunos de ellos al menos, siguen sin dar crédito casi tres días después a lo que pasó en este último partido. Pero hay que mirar hacia delante, no queda otra, aunque ello no implique olvidar lo que todos vieron el pasado sábado en el Benito Villamarín. Más bien habría que grabarlo a fuego y repetirlo justo en la previa de cada partido de aquí al final de la competición para que no se vuelva a dar.

Con el paso de los días y después de analizar la reflexión de Mel, Alexis y algunos jugadores al respecto, empiezo a pensar que todo obedece a una simple pájara, o al menos eso quiero pensar. En 42 jornadas se pueden perder partidos, algo lógico. Eso a nadie se le escapa, pero no así; con esta imagen y lo que es peor, sin encontrar el motivo. El Betis ya sabe que es el rival a batir y que por pequeño que pueda parecer el contrario, viene a su estadio sin nada que perder y esa liberación es peligrosa. Y a los hechos me remito. Albacete o Leganés bien podrían servir como ejemplo. Ayer escuché una entrevista de Vicente Ortega en Radio Marca al entrenador del Leganés tras vencer al Betis en la última jornada. Pareciera que han entrado en puestos de ascenso, de hecho llegó incluso a hablar de esa posibilidad. Ganar en el Villamarín da alas a cualquier equipo de la categoría y esa falta de presión en el rival hace daño al Betis. Los del otro equipo lo saben pero ¿lo sabrán los jugadores de Mel? Quizá ahí pueda estar la clave para no perder la motivación ante los rivales teóricamente más débiles. Lo del sábado debe quedar en un mal recuerdo. Ha sido el peor partido de la temporada, pero no se puede volver a repetir. Echo en falta ese jugador con carisma dentro del vestuario capaz de alzar la voz e incluso zamarrear por la solapa a quien se salga del raíl. No existe esa figura que es fundamental en cualquier vestuario y eso también se nota. Ahora tienen la oportunidad de dejar ese partido en una simple anécdota, así que aprovéchenla.