Orgullo y prejuicio

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13 jun 2016 / 00:50 h - Actualizado: 13 jun 2016 / 00:53 h.
"Terrorismo","Viento Sur","Homofobia"

Los inquisidores podían, sencillamente, desoír a los herejes. Sin embargo, prefirieron quemarles para que nadie los oyese.

Tal vez los fanáticos podrían haberse limitado a no leer los libros que prohibieron. No obstante, tuvieron que entregarlos a las llamas.

Los asesinos de mujeres podrían haberse limitado a hacer las maletas y empezar desde cero. Prefieren matarlas pues, si no suyas, no serán de nadie.

En Orlando, alguien –puede que el siniestro Estado Islámico— provocó ayer una matanza en un local gay de Orlando, en Florida. Y otro atentado estuvo a punto de cometerse en Los Angeles. Esta vez, han sido los yihadistas, cuentan desde el FBI y desde los teletipos, pero podrían haber sido muchos otros espíritus obtusos, de gatillo fácil, convivencia difícil y pensamiento cero. Quienes entronizaron el prejuicio contra la comunidad LGTBQ, frente a su legítimo orgullo. También Hitler les masacró en los mismos campos donde fueron exterminados judíos, gitanos, cristianos o izquierdistas.

¿Qué temen de los gays, de las lesbianas, de los bisexuales y de los trans? ¿Qué temen de las mujeres, de los libros, de los herejes? A su juicio, la libertad es una enfermedad que puede acabar con sus dogmas. Y, de tarde en tarde, matan a sus portadores. A su vez, les molesta la alegría: recordad los disparos en la nocturnidad y alevosía de París del pasado noviembre. Los verdugos ignoran que en el pecado llevan la penitencia y que en el odio que incuban sólo encontrarán soledad y miedo. También la muerte. Pero no será heroica como la de sus víctimas. Los muyaidines tal vez busquen el paraíso de las huríes en la otra vida. Nosotros tendremos que defender con la paz ese pequeño paraíso de ahora. Siendo alegres y libres o cómplices de quienes quieran ejercer el derecho a serlo.