Oscura moral

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20 nov 2015 / 23:17 h - Actualizado: 20 nov 2015 / 23:17 h.

Las enramadas y enraizadas redes de la economía global llegan a todas partes. Se bifurcan y entremeten desde los parqués de Wall Street a los bancos asiáticos, las grandes multinacionales o los organismos supranacionales que recurrentemente se reúnen con afán de salvar al mundo, con más bien escasos resultados. También se sumergen y diluyen en los grandes latifundios de Sudamérica, las avanzadas industrias del norte de Europa o el rincón pacífico de Asia, las minas africanas o hasta las soleadas costas españolas. Es la globalización que todo lo justifica y todo lo supera, por mor de un presunto bienestar nunca encontrado, o más bien de una codicia mal entendida o por lo menos nunca bien explicada, siendo campo de batalla de teóricos del neoliberalismo o neokeynesianos de alta escuela económica.

En este mar de números, intereses y ratings existen, como todos conocen, otras formas de navegar. Me refiero por supuesto a los paraísos fiscales, economía sumergida, empresas pantalla, cuentas off shore, testaferros y tantas otras formas de traducir el dinero oscuro, proveniente de las actividades fraudulentas, delictivas o hasta del mismo terror asesino.

Porque resulta de difícil encaje ver cómo estas actividades oscuras encuentran fácil engranaje en esta economía global, y cómo el dinero turbio se mueve sin control alguno por los circuitos paralelos, para nutrir y financiar organizaciones de todo tipo, capaces hasta de alterar el funcionamiento de países enteros o incluso llegar al punto de la creación de estados, como el tristemente célebre Estado Islámico, o ISIS como ahora se ha puesto de moda que lo llamemos en un nuevo brindis al sol nacional a la horterada, o si preferimos al mirar hacia otro lado, en lo cual en occidente cada vez somos más expertos.

Que un país nazca de la noche a la mañana con un ejército invasor a su servicio, mecanismos internacionales de actuación o captación y todo lo que mueve esta gente, no es algo que salga gratis. Al revés, se necesitan ingentes cantidades de fondos y medios para moverlos y ponerlos en valor. Ni que decir tiene, el poder armar y avituallar a sus ejércitos, tanto los que tienen en el frente como sus grupos infiltrados, dispersos por medio mundo y que obviamente también requieren de una logística sin duda más que costosa. ¿De dónde sale todo esto?

No me refiero solo a las actividades de este grupo o estado para conseguir fondos como pueden ser actividades delictivas de diverso tipo o el resultado de saqueos o requisas en sus invasiones. Me refiero principalmente a las actividades de venta de petróleo y compra de armas que llevan a cabo y donde presiento estén inmiscuidos más de un colectivo empresarial o financiero de occidente, que son los que manejan preferentemente estos mercados, en un gesto de oscura moral, que por desgracia viene siendo habitual en nuestra reciente historia.

Me imagino que los estados tendrán mucho que decir a este respecto, pues si se quiere luchar contra este moderno enemigo, no estará mal que de una vez metan mano a estos oscuros circuitos de movimiento monetario. De no ser así, estarán también cayendo en la trampa de la oscura moral. Oscura, como oscuras son las banderas del Estado Islámico. O ISIS como ahora preferimos llamarlos para liberar un poco algunas oscuras conciencias. ~