Pablo García Baena

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
15 ene 2018 / 19:28 h - Actualizado: 15 ene 2018 / 22:46 h.
"La Tostá"

TAGS:

El flamenco ha sido mi mejor maestro en todo. Cuando me atrapó, con solo 16 ó 17 años, era analfabeto, apenas sabía leer y escribir, aunque ya sabía poner ladrillos y techos de escayola, que también era importante. Fue cuando un día descubrí al poeta cordobés Pablo García Baena, en algo relacionado con el flamenco y con la revista Cántico. Creo que leyendo un poema de él dedicado a la Niña de los Peines. El día que lo conocí personalmente y estrechamos nuestras manos, sentí que había saludado al último poeta andaluz. De Córdoba, además, donde hasta el agua de las fuentes es poesía pura. Mario López fue testigo, del Grupo Cántico también, como Ricardo Molina, el pontanés que amó a Antonio Mairena como ningún otro poeta andaluz. Pablo García Baena ha muerto y lo ha hecho con casi un siglo de vida, dejando una obra inmensa de poesía y prosa. Siempre podré presumir de haberlo conocido personalmente y de haber visto en sus ojos un velo de jondura cuando hablamos de la gran Pastora Pavón, «Giralda de las voces», para el cordobés universal.