Pedro Morales

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01 jul 2017 / 21:31 h - Actualizado: 01 jul 2017 / 21:33 h.
"Siempre de frente"

Recuerdo aquella mañana en Salteras. Habíamos sido convocados por la banda de la Oliva (Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva de Salteras) para ser miembros del jurado de la primera edición del premio Joaquín de la Orden de las Artes Musicales de Andalucía. Me correspondía el honor como coordinadora de la revista Más Pasión –el entonces subdirector del periódico y máximo responsable de la publicación cofradiera de El Correo de Andalucía, Diego Suárez, delegó en mí–.¡

Cada uno de los miembros podíamos llevar una propuesta que se debatiría entre todos. Para abrir el fuego, el presidente de la formación, José María Moral, presentó la suya: Pedro Morales. Quiso defender sus argumentos pero no fueron necesarios, no había lugar al debate. No sé a quiénes pensaban presentar el resto de miembros del jurado, ni casi recuerdo mi propuesta. Fue la decisión más clara, rápida y unánime que he presenciado en un jurado de estas características. Nadie cuestionó que el compositor jiennense, de Lopera, se mereciera esta distinción que llevaba por nombre el del fundador de una banda ya centenaria e imprescindible en nuestra Semana Santa.

Razones laborales impidieron que pudiera asistir a la entrega del galardón pero ayer pude repasar aquel momento en el que el maestro, que dirigió durante 16 años la banda del Regimiento de Soria 9, otro clásico perdido en nuestras cofradías, tomó la batuta para dirigir a los músicos de Salteras interpretando su marcha Esperanza Macarena. Aún resuenan los aplausos en el interior de la parroquia Nuestra Señora de la Oliva.

La música procesional es patrimonio fundamental de la Semana Santa y las composiciones de Pedro Morales son clásicos imprescindibles en muchos repertorios. Fiel a sus antecesores, Farfán y Pedro Gámez Laserna, es fácil recordar piezas que llevan su firma y, sobre todo, su sello personal. Virgen de la Paz, Virgen de los Negritos, Amor y Socorro o Virgen de Montserrat forman parte de la memoria colectiva de los cofrades, inseparables de cada uno de los palios a cuyas dolorosas se las había dedicado.

Incluso La Soledad por más que una sola vez se le haya interpretado en la calle. Y esto sin contar con el resto de piezas musicales: obra sinfónica, marchas militares y composiciones para la cantante de copla Perlita de Huelva.

Descanse en paz, tras 94 años prácticamente consagrados a la música. Gracias por la música que nos legó y que le perpetuará para siempre.