La Tostá

Pepe Pinto, ¿al banquillo?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
21 mar 2019 / 07:53 h - Actualizado: 20 mar 2019 / 17:56 h.
"La Tostá"
  • La Niña de los Peines entre su hermano Tomás (a la izquierda) y Pepe Pinto, su esposo. / El Correo
    La Niña de los Peines entre su hermano Tomás (a la izquierda) y Pepe Pinto, su esposo. / El Correo

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Las feminijondas no descansan. Ahora van a por Pepe Pinto, el que fuera, además de un gran cantaor sevillano, esposo de la Niña de los Peines desde 1933 hasta la muerte de ambos en 1969. Una conocida feminista de lo jondo ha recopilado cuatro o cinco declaraciones del cantaor en las que hablaba de “retirar” a su mujer o de que cantara solo para él y sus amigos. Y es verdad, Pepe se refirió varias veces a Pastora en esos términos, pero porque su mujer le dio poderes para que llevara todo lo concerniente a su carrera artística, y así lo hizo. Ahora lo van a sentar en el banquillo del machismo flamenco y luego irán a por Manolo Caracol, Pepe Marchena o Camarón. El Pinto estuvo siempre, desde adolescente, enamorado del cante de Pastora y con los años también se enamoró de la mujer, de la dueña del cante que le conmovía. Se casó con ella y desde el minuto uno de esa unión en San Gil se dedicó por completo a montarle espectáculos y a cuidarla en todos los sentidos, desatendiendo su propia carrera. Fue ella la que le dijo a Pepe, en los años treinta, que quería estar casa con su hija Tolita, porque llevaba toda su vida cantando y estaba agotada. También se lo dijo a la célebre periodista Josefina Carabias. El Pinto ganaba mucho dinero como cantaor y empresario y viendo la deriva que tomaba el cante, que no le gustaba a su esposa, acordaron dejarlo en algún momento y él presumía de haberla retirado para que supieran lo que la quería y lo que miraba por ella. Después de la Guerra Civil de 1936, que ambos pasaron en Madrid, Pastora siguió con su carrera, pero acabó retirándose por completo hasta que en 1949, los dos decidieron meter sus ahorros en un espectáculo para despedirse de los escenarios a lo grande, España y su cantaora, que fue un fracaso económico y lo que provocó ya que la gran cantaora calé de Sevilla abandonara los escenarios definitivamente, cantando solo en fiestas u homenajes a compañeros necesitados. Retirada ya para siempre, el Pinto la trató como a una reina y es verdad que ella solo cantaba en una reunión si se lo pedía Pepe. Lo quería y dejaba que él llevara esos asuntos. Pero jamás fue una mujer sumisa, ni con Pepe ni con nadie. Al contrario. Cuando se enfadaba, el cantaor macareno no sabía dónde meterse, porque Pastora tenía un carácter muy fuerte y temblaban las columnas de la Alameda cuando le tocaban el moño. El Pinto sería machista, como era lo normal en aquellos años, pero dio su vida por Pastora, se dedicó a ella por completo, a pesar de que era un artista tan importante como su esposa, y hasta aceleró su muerte, bebiendo como un cosaco porque no aceptaba la idea de verla morir. Viendo que se consumía en una cama y que debido a su demencia senil ni lo conocía, se reventó el hígado a propósito y murió antes que ella. Pues a este gran hombre y mejor artista parece que le quieren ajustar las cuentas a los cincuenta años de su muerte por haber tenido a la Emperadora del Cante bajo su bota opresora.