Cierro los ojos y respiro profundamente... eso es lo que hago cada vez que capto un aroma agradable en el ambiente, como si así pudiera llevarme parte de él conmigo. Un buen perfume te hace disfrutar sin empalagarte, aviva tus recuerdos, despierta tus emociones (¡y hasta tu deseo!). Una buena historia se resume en un PER-FU-ME; para evocar aquello a lo que te unes, ¡necesitas PER-FU-ME!; para tener más energía que los Looney Tunes, ¡imprégnate del PER-FU-ME!; ¿quieres disfrutar hasta del lunes?, ¡inicia tu semana con PER-FU-ME! y, sobre todo, para que cada día verdaderamente sume, no lo dudes ¡échate PER-FU-ME! Porque las PERsonas FUertes MEntalmente... ¡tienen más magia que los Magos de Oriente!
Igual que cuando te quieres arreglar, te echas perfume y completas el look, el PER-FU-ME tiene la habilidad de potenciar el TÚ (Talento Único). La fortaleza mental es una herramienta básica para triunfar, pues cuando la mente está convencida ¡media carrera está conseguida!, te repones antes de las caídas y alimentas tu iniciativa, porque las PERsonas FUertes MEntalmente saben estar presente incluso antes de que se lo pidas.
El perfume habitual se distingue por ser una sustancia de olor muy agradable; nuestro singular PER-FU-ME, las PERsonas FUertes MEntalmente, se caracterizan por su original AROMA: ese Arte de saber llegar a ROMA que sólo te otorga la fortaleza mental. Nuestros pensamientos más recurrentes se traducen en sentimientos, estos influyen a su vez en nuestra actitud y la actitud determina nuestra forma de actuar, éste sería el sencillo esquema:
Pensamientos -> Sentimientos -> Actitud -> Acciones
Las PERsonas FUertes MEntalmente son las que consiguen un mejor rendimiento en los diversos campos de su vida (¡amén de un mejor ambiente!) porque están avaladas por su carácter, su criterio sólido, su confianza y voluntad de superación, por eso decía que el PER-FU-ME tiene un original AROMA (Arte de saber llegar a ROMA) porque ¿quién llega más lejos? Quien tiene la valentía de ponerse delante del espejo, tomar conciencia de las bondades de su reflejo –y potenciarlas a tope– así como reconocer sus debilidades y trabajarlas hasta convertirlas en oportunidades. La fortaleza mental se traduce en emociones positivas, en una actitud decidida, en un paso firme y en acciones convencidas. Cuando se carece de PER-FU-ME tu vida no huele a nada, y es que cuando se pierde esencia, se cae en la indiferencia: así es como se perciben las anodinas existencias, aquellas que nada aportan, simplemente se conforman con estar ahí, tipo maniquí.
Los componentes del AROMA
El AROMA, ese maravilloso Arte de saber llegar a ROMA que desprende nuestro PER-FU-ME, es la síntesis de tres esencias: influencia, visión y liderazgo.
–Influencia: Está claro que la fortaleza mental lleva una buena dosis de la esencia de influencia, lo que otorga autoridad, valor y poder. Las PERsonas FUertes MEntalmente gozan de un tipo de influencia que raramente se agota porque ésta proviene de la fortaleza de sus principios, carácter, criterio y personalidad ¡así es como hacen efectivo el Arte de saber llegar a ROMA y lo impregnan todo con su peculiar AROMA! La gente busca acercarse al PER-FU-ME porque en seguida notan los efectos positivos en sus vidas de esa fortaleza que no se agota porque se origina en los intangibles.
–Visión: Cuando tu mente es poderosa, tiene la habilidad de proyectar las cosas ¡incluso antes de que sucedan! viviendo por anticipado los mismos sentimientos de agradecimiento y satisfacción que vivirás cuando tu proyecto sea una realidad, es lo que se conoce como «aprendizaje Hebbiano». La fortaleza mental amplía nuestra visión, haciendo que abramos bien los ojos y practiquemos el arte de disfrutar del presente teniendo claro que la VIda tiene un Significado: el que tú decides darle a través de tu pasiÓN (VISIÓN). Cuando la VISIÓN se vuelve borrosa es porque no estamos enfocando bien las cosas y la perspectiva vital está desenfocada cuando la mente se encuentra debilitada; sin embargo, si eres una PERsona FUerte MEntalmente, crearás una VISIÓN potente con capacidad para hacerle frente a los problemas y de hacer de la superación su personal lema.
–Liderazgo: El buen líder es el que guía y sabe sacar lo mejor de los demás y de sí mismo cada día. En la palabra «servicio» queda condensado el trabajo del líder y para servir, ¡es imprescindible saber resistir! El buen líder es aquel que va a la cabeza pero tiene la habilidad de enviar las señales pertinentes al resto del organismo para que funcionen y para eso... ¡hace falta fortaleza! Las PERsonas FUertes MEntalmente son grandes líderes entrenadas en la práctica cotidiana del SERVIR porque tienen claro que el SER (y no el tener, el estar, el atesorar o el mandar) es la clave del viVIR y ellas son, ante todo, guías potentes al servicio de su gente.
El escritor Max Lerner afirmaba: «El punto de inflexión en el proceso de crecimiento es cuando se descubre el núcleo de la fuerza en el interior que sobrevive a todas las heridas». Tal vez te estás aproximando al punto de inflexión de tu crecimiento, para prepárate para el momento: ¡no olvides echarte PER-FU-ME!