La intervención del Banco Popular por parte de las autoridades comunitarias supone la pérdida total de la inversión para los accionistas, los tenedores de bonos convertibles y los titulares de deuda subordinada. La deuda senior del banco y los depósitos evitan quitas. Con la operación no será necesaria la inyección de ayudas públicas.
Banco Santander compra el 100 por cien del capital social de Banco Popular por el precio simbólico de un euro y ampliará capital en 7.000 millones de euros, cifra que servirá para cubrir el capital y las provisiones requeridas para reforzar el balance del banco.
Según la comunicación realizada por el FROB ayer, el Banco Popular será el encargado de llevar a cabo una operación previa a ser absorbido por el Banco Santander.
Lo primero, se llevará a cero el valor de las acciones del banco, cuyo valor nominal asciende a 2.098,4 millones de euros. Entre los principales accionistas, destacan la Sindicatura, con un 9,5 por ciento. También es destacable la presencia de Antonio del Valle, que posee algo más de un 4 por ciento del capital.
En segundo lugar, la entidad procederá a la conversión de unos 1.346 millones de euros de CoCos e instrumentos canjeables en acciones y, posteriormente, se ejecutará una reducción del valor de las mismas a 1 euro y su amortización a cero euros. Un coco es un producto en el que, a cambio de un atractivo cupón, el cliente asume que se convertirá en bonista cuando la bolsa suba y que, posteriormente, será accionista cuando la acción de la compañía sobre la que posee el coco caiga.
Posteriormente, el banco procederá a la conversión de la deuda subordinada en títulos ordinarios por un euro. En deuda subordinada, el Banco Popular tenía aproximadamente 685 millones. Una vez se materialice estas operaciones, el Banco Santander tomará el control.
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