Pongamos de moda coeducar

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Pepa Violeta Pepavioleta
25 ago 2019 / 12:00 h - Actualizado: 25 ago 2019 / 12:02 h.
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  • Pongamos de moda coeducar

Tres son los agentes que intervienen principalmente en el arduo proceso de socialización: la familia, la escuela y los medios de comunicación. Tres pilares, en los que se sustenta todo un sistema de valores, creencias, actitudes y comportamientos, que nos enseñan a los seres humanos a gestionar nuestros recursos en la etapa adulta y adoptar roles sexo/género que nos posicionan dentro de un orden social preestablecido.

La siguiente crisis económica ya está llamando a la puerta y de la mano trae otra de valores, que también promete hacer de las suyas. Quizás, aún no somos conscientes de la importancia de coeducar en igualdad desde ya, para ir trazando un plan magistral que no ayude a resistir el vaivén de un barco que naufraga. Formar un ejército joven que sepa gestionar desde planos igualitarios, que trabaje desde la cooperación y el respeto a la diversidad. Un ejercito poderoso, que sepa enfrentarse a un mundo complejo, plagado de intereses privados que pretenden secar el espíritu de la revolución. Un escuadrón al que tenemos que formar urgentemente y dotarlo de valores.

España concretamente, ha pasado en menos de un siglo por escuelas que segregaban por sexo durante el franquismo, a escuelas mixtas y ahora escuelas coeducativas, con proyectos tan interesantes como SKOLAE, que os animo a investigar. Y en la élite educativa encontramos escuelas Montessori, Waldorf... profesionales que llevan años trabajando con otros métodos, porque tienen claro que el normativo impuesto por los gobiernos de turno, no funciona.

Ahora que se acerca la vuelta al cole, padres y madres andan de un lado a otro preparando el material, las extraescolares, los uniformes... no estaría mal sentarlos un rato y dejarlos que piensen sobre los hombres y mujeres del futuro. Qué están haciendo por sus hijos e hijas en gestión emocional, autoestima, seguridad personal, desarrollo artístico y creativo, resolución de conflictos... que levante la mano quién dedica parte de su tiempo diario a observar a sus hijos/as y escucharlos, para detectar donde brillan con luz propia. Que parcelas controlan sin esfuerzos, dónde crecen sin límites.

Seguro que si ponemos de moda coeducar, empezarán a caer una a una las tejas de un techo con goteras, que ya no nos cubría ni del frío ni de la lluvia. Podemos adelantarnos, antes de que venga el capitalismo a negociar con las educación de nuestros vástagos, en cuanto detecte nicho de mercado y ya estemos perdidos/as. Anticiparnos a los acontecimientos y empezar por seleccionar material educativo no sexista, olvidarnos de las mochilas de princesas y los cuadernos de superhéroes. Trabajar con nuestros hijos/as para que sean ellos/as los/as que elijan dónde quieren dar rienda suelta a su creatividad. No condicionarlos/as con patrones sexistas. Mostrarles todas las opciones para que ellos/as mismos/as elijan y pierdan el miedo a tomar decisiones. Sembrar la semilla de la autoconfianza y la independencia, para una etapa adulta en la que fácilmente encontraremos mujeres más empoderadas y hombres más dispuestos a revisar su lista de privilegios.

Tras las vacaciones de verano, empieza la primera gran oleada consumista antes de que finalice el año: la vuelta al cole. Después nos quedará el Back Friday y la campaña de navidad para que nos vacíen los bolsillos del todo a la clase media, por lo que apostar por un consumo responsable, también puede ser un paso importante para que nuestros/as hijos/as aprendan qué significa reciclar, donar, compartir... y este curso saquen matricula de honor en generosidad.

Mis compañeras de Feminarian, publicaban hace poco un poema de Gloria Fuertes que hoy me gustaría regalar a estas madres y padres valientes, que no solo creen en la coeducación, sino que la practican también de puertas hacia fuera. Que aplauden a sus hijos/as cuando deciden vestirse de salchicha en una fiesta de princesas, que los/as acompañan en sus procesos creativos desde el respeto y la libertad de que sean lo que quieran ser. “Yo quisiera haber sido delineante o delirante. Safo sensitiva y heme aquí, que soy una perdida entre tanto mangante. Lo digo para todo el que me lea, quise ser capitán, sin arma alguna, depositar mis versos en la luna y un astronauta me piso la idea”. Con estos versos de mi amada Gloria, os dejo con vuestro café, ya terminó la reflexión. Podéis retomar vuestras tareas y seguir etiquetando los libros de texto, preparado los estuches, ordenando el material escolar, organizando la agenda de actividades... pero intenten no olvidarse de lo más importante: de sus hijos/as. Ellos/as sólo esperan adultos comprometidos, sabios y valientes. Adultos que los enseñen a brillar.