Por una Gavidia pública y con memoria

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09 abr 2018 / 17:22 h - Actualizado: 09 abr 2018 / 17:28 h.
"Laboratorio ciudadano"
  • Por una Gavidia pública y con memoria

Participé el pasado sábado, 7 de abril de 2018, en la primera actividad y concentración de la Plataforma por una Gavidia Pública, que quiere evitar la recalificación del edificio de la antigua comisaría y jefatura de la Policía de la Gavidia, situada en la Plaza de la Concordia y de propiedad municipal, para su posterior privatización y posible conversión en un nuevo hotel.

Y me emocioné con los testimonios de hombres y mujeres que fueron golpeados y torturados en sus calabozos por la policía franquista y con la cadena humana que entrelazó las manos del centenar de personas que acudimos a la cita con la memoria histórica de la dictadura en Sevilla. La Gavidia fue una comisaría con una parte oscura de persecución política, pero también el sitio para renovar el carné de identidad y pedir un pasaporte.

El terreno que ocupa este inmueble de 7.500 metros cuadrados debe seguir siendo público como dice el actual PGOU y servir para levantar un complejo de uso social y ciudadano con equipamientos que escasean en el casco antiguo como escuelas infantiles, colegios e institutos, un centro de día para mayores, biblioteca... con “un espacio digno que recuerde un pasado negro y cruel de la reciente historia de la ciudad, para crear conciencia democrática entre las nuevas generaciones de jóvenes,“ como plantea la Plataforma recién creada.

La recalificación de la Gavidia está incluida en el paquete de acuerdos que han permitido la aprobación de los presupuestos del Ayuntamiento hispalense para 2018 por el PSOE, Ciudadanos y PP por lo que si acaba en manos privadas, cabe seguir reivindicando que se reserve un espacio para que se recuerde su lamentable pasado.

En todos los países que han sufrido dictaduras en el último siglo se han reservado espacios para la memoria en los edificios levantados sobre antiguos lugares de represión y castigo de la población civil. Alemania y Argentina son ejemplos que conozco personalmente de estas buenas prácticas que en España están por estrenar, porque somos la excepción en el planeta al no haber exigido ninguna cuenta al régimen dictatorial.