Programas ¿para qué?

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25 nov 2018 / 09:59 h - Actualizado: 25 nov 2018 / 09:59 h.

A fin de intentar decantar nuestro voto reflexivamente, como venimos haciendo, hoy nos vamos a fijar en los programas. Hemos leído los de los cuatro partidos parlamentarios. Los hemos debatido Ahí va nuestra conclusión central

La idea general resultante ha sido la de que los programas no sirven, en absoluto, para decidir el voto de los que tenemos importantes dudas. Ya sabíamos aquello de que los “programas solo sirven para no cumplirlos” Ahora nos hemos convencido de que los programas no sirven para decidir el voto, salvo para los que lo tienen decidido (sin saberlo). La mayoría de sus propuestas son genéricas, puros deseos o meras líneas enunciativas. Un botón como muestra de cada partido: 1º) “Alcanzar posiciones de liderazgo en sectores clave como el energético o el de la salud y bienestar, crear valor social y con ello, empleo de calidad” 2º) “Reducción de la tasa de paro en 9 puntos mediante el apoyo a los sistemas portuarios, a la construcción naval y a una economía digital” 3º) “Un Gobierno volcado con la creación de Empleo, la Formación y la Competitividad como garantía de la igualdad de oportunidades y del sostenimiento de la Sociedad del Bienestar para crear 600.000 puestos de trabajo en cuatro años” 4º) “Aprovechamiento del potencial de las nuevas tecnologías para mejorar la empleabilidad de los parados con el análisis Big data”.

¿A que no aciertan a qué partido corresponden cada una de estas propuestas? Son tan intercambiables que cualquiera las firmaría. Pues casi todo así. Pero ¿con qué medidas concretas las llevarían a cabo? ¿Y su cuantificación económica? Y ¿de dónde sacarían el dinero correspondiente? Vaguedad de vaguedades y todo vaguedad. Bueno..., ¡casi todo!