Puigdemont como cachirulo

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28 ene 2018 / 20:44 h - Actualizado: 28 ene 2018 / 21:26 h.

Poner el altavoz en Cataluña está dando mucho juego y demuestra que el interés de la ciudadanía en asuntos de España puede ser una creación de laboratorio. Sólo hace falta una gran batería mediática de erre que erre para convertir un hecho en asunto de interés. Y esta regla es directamente proporcional a poder callar y tapar otros asuntos espinosos de los que al poder no le interesa hablar. Soy de los que viene sosteniendo desde hace tiempo que a Rajoy y al poder de este país no le interesa la búsqueda de soluciones en Cataluña, que mantener candente dicho conflicto forma parte de la estrategia electoral del silencio y la sordina a los graves problemas que acechan al PP y al gobierno que ellos dirigen.

Mientras Puigdemont sea el cachirulo de trapo al que golpea el gobierno, el zafio canto del «soy español, español...» unirá a una enorme masa que hará equipo de derechas y será una perfecta estrategia electoral para rediseñar el complejo espectro político actual. Puigdemont como cachirulo les sirve para callar el escándalo de la Gürtel, las acusaciones «indiciarias» de cobros en b de Rajoy, el silencio de los numerosos casos de corrupción del PP, el récord de la deuda externa de España en manos de fondos buitres extranjeros, las subidas de la luz y el gas frente a la pérdida de poder adquisitivo de la pensiones, por no hablar del gobierno que dilapida miles de millones del fondo de reserva y nos habla de la necesidad de beneficiar a la banca con fondos de pensiones privados... Puigdemont les sirve para ganar elecciones aunque fracturen y dilapiden España.

Poner el altavoz en Cataluña está dando mucho juego y demuestra que el interés de la ciudadanía en asuntos de España puede ser una creación de laboratorio. Sólo hace falta una gran batería mediática de erre que erre para convertir un hecho en asunto de interés. Y esta regla es directamente proporcional a poder callar y tapar otros asuntos espinosos de los que al poder no le interesa hablar. Soy de los que viene sosteniendo desde hace tiempo que a Rajoy y al poder de este país no le interesa la búsqueda de soluciones en Cataluña, que mantener candente dicho conflicto forma parte de la estrategia electoral del silencio y la sordina a los graves problemas que acechan al PP y al gobierno que ellos dirigen.

Mientras Puigdemont sea el cachirulo de trapo al que golpea el gobierno, el zafio canto del «soy español, español...» unirá a una enorme masa que hará equipo de derechas y será una perfecta estrategia electoral para rediseñar el complejo espectro político actual. Puigdemont como cachirulo les sirve para callar el escándalo de la Gürtel, las acusaciones «indiciarias» de cobros en b de Rajoy, el silencio de los numerosos casos de corrupción del PP, el récord de la deuda externa de España en manos de fondos buitres extranjeros, las subidas de la luz y el gas frente a la pérdida de poder adquisitivo de la pensiones, por no hablar del gobierno que dilapida miles de millones del fondo de reserva y nos habla de la necesidad de beneficiar a la banca con fondos de pensiones privados... Puigdemont les sirve para ganar elecciones aunque fracturen y dilapiden España.