Llevar a cabo una buena entrada le generará al inversor un menor riesgo real de pérdidas así como un alto porcentaje de éxito o recompensa. Por ello, debe de aprender a descubrir los puntos adecuados para comprar.
Realizar una buena entrada a mercado no garantiza por sí mismo una alta rentabilidad final de la operación bursátil, pero sí ayuda al inversor a seguir fielmente su sistema de inversión. Éste deberá prever los puntos de entrada, la colocación de los stops de pérdidas para evitar mermas superiores a las dispuestas a asumir y como no, en qué momento hay que vender y cerrar el negocio.
Por los inversores habituales del mercado se suelen utilizar toda una serie de señales de entrada, todas ellas extraídas del análisis técnico que reseñamos someramente:
Se utilizan activamente las llamadas figuras del análisis técnico que se forman en los charts o gráficos de precios de los distintos valores e índices y son interpretadas por los inversores. En este apartado, se pueden incluir las distintas señales de entrada que nos pueden indicar la utilización de figuras tan diversas como son: el doble o triple suelo, el doble o triple techo, el hombro-cabeza-hombro o fantasma, los gaps o huecos de precios, las distintas velas japonesas, las ondas de Elliott, etc. Es tarea del inversor novel, sin prisa pero sin pausa, ir aprendiendo a interpretar los gráficos de precios y, al menos, saber distinguir algunas de las figuras más sencillas y utilizadas.
También se utilizan los canales de tendencia, que se forman señalando en el gráfico los precios máximos y mínimos de la acción durante un periodo de las últimas sesiones, con fin de llevar a cabo la entrada en el valor cuando el precio rompe el canal en su parte alta o realizar la venta si por el contrario su ruptura es en la parte inferior del canal.