Pregunta con difícil respuesta la que hoy hago... La verdad es que uno, que repasa la prensa a diario y vive la información al minuto, no puede dejar de preguntarse: ¿Qué le pasa al mundo? El salvaje atentado, empleando un camión como arma, en la ciudad francesa de Niza pone los pelos como escarpias y nos hace ver a qué extremo puede llegar el radicalismo, donde el desprecio por la vida es absoluto y todo vale por hacer el mayor daño posible, aunque aún hay algún descerebrado suelto que lo tilda de «accidente».
Sobresaltado por ver cómo un país como Turquía, eterno aspirante para entrar en la Unión Europea, lo azotaba un extraño golpe de Estado donde su presidente Erdogan se erige como líder y salvador... Los partidarios de la teoría de la conspiración ya hablan de una trama oculta donde el cerebro habría sido el propio Erdogan y los servicios secretos. Luego dicen que no hay misterios en el mundo cuando el ser humano es el primer misterio. Y a pocas fechas del comienzo de los Juegos Olímpicos, en Brasil –con el zika de trasfondo-, salta la noticia que los deportistas rusos han entrado en una espiral de doping donde muy poquitos se salvan y donde la imagen del deporte ruso queda muy maltrecha. Dicen que Putin, presidente ruso, es muy competitivo pero en el deporte no todo vale... Puede que sus técnicas de adiestramiento en el KGB sirvieran ahora para reconducir a los deportistas tramposos.
Sobrecogido por el incendio en la fábrica de Ybarra donde peligran los puestos de trabajo de muchas personas, desde la dirección se han comenzado a poner los cimientos para restablecer la normalidad con la complejidad que ello tiene. Seamos solidarios con esta empresa, sevillana, de las que quedan pocas ya. Y seguimos con los dimes y diretes en el proceso de establecer gobierno, algunos no se han enterado que lo importante es España y no sus egos. Siguen las fantasmadas.